Los cruceros, el ecoturismo y las zonas polares serán los elegidos a la hora de viajar "Bahía Paraíso se encuentra rodeada de grandes montañas nevadas y glaciares que se rompen constantemente. Al recorrer en gomón su costa se pueden divisar nidos de cormoranes, petreles y gaviotas acurrucados en los peñascos. En esta bahía se encuentra la base Almirante Brown en plena construcción, con motivo de un incendio ocurrido hace algunos años.
"Desembarcar en esta base implicó pisar el continente antártico, razón por la cual recibimos emocionados un certificado. Hubo varios pasajeros que al pisar la Antártida completaban su recorrida de siete continentes.
"Este año la campaña antártica en nuestro país sumó 74 viajes, de los cuales un 90% partió del puerto de Ushuaia."
El testimonio de Marcela Zapiola no es único. Ella y su familia son algunos de los 10.000 turistas que el año último visitaron el continente de hielo. Nuestro país aún tiene mucho por hacer y recorrer para poder convertir al sector antártico en un destino turístico. En tanto Australia, por ejemplo, proyecta convertir dos de sus tres centros de investigación antártica en bases de verano para turistas amantes de la aventura. Por su parte, Gran Bretaña, Nueva Zelanda y Rusia ofrecen visitas turísticas de este tipo, aunque en barco.
Los confines de la Tierra tienden a ser uno de los destinos favoritos del próximo siglo. De eso da cuenta una investigación realizada por la Organización Mundial de Turismo (OMT). En Turismo, Panorama 2020 se analizan cinco grandes temas de los que se estima que en las próximas décadas emergerán innovadores productos turísticos.
Es que "el crecimiento del turismo en los próximos decenios será impresionante, pero no todos los destinos progresarán al mismo ritmo", asegura Francesco Frangialli, secretario general de la OMT. Por esto, los expertos echan luz sobre productos que están emergiendo al mercado, pero que mañana se impondrán.
Productos de turismo de naturaleza y ecoturismo, cruceros, deportes náuticos y viajes a zonas polares, desiertos y grandes selvas tropicales constituyen el tipo de opciones que se perfilan como favoritas.
El turismo del futuro
Trekking, safaris fotográficos y avistamientos son parte de las actividades permitidas, aunque reguladas, que habitualmente se desarrollan en forma creciente en las zonas polares.
El ecoturismo en su feedback con la naturaleza ofrece un incentivo económico para la preservación y conservación del medio ambiente. Abarca desde los pequeños viajes de estudio, concentrados en objetivos específicos, hasta la gran cantidad de turistas que, con mayor frecuencia y cada vez más tiempo, opta por recorrer una reserva natural. A ellos se suman aquellos que directamente empiezan y terminan su viaje con una aventura tras otra; esto es con la práctica de actividades que sin alterar el medio les permita conocerlo y disfrutarlo.
Los ingresos generados por este tipo de turismo están siendo destinados, en parte, para financiar proyectos de protección de recursos naturales con vistas a las generaciones futuras.
Cuando el mundo está ya cada vez más explorado y los turistas tienen menos destinos nuevos que descubrir, se observa que se tiende a viajar tanto hacia la alta montaña como a zonas submarinas o hasta los confines de la Tierra.
Las cimas de las montañas son otro de los imanes. En nuestro país y en muchos lugares del mundo es posible realizar excursiones de senderismo organizadas para escalar las cumbres más altas. Esta es otra de las modalidades de turismo de aventura en la que se registra una tendencia creciente.
Las profundidades oceánicas son otras de las elegidas. Desde 1985, 46 submarinos comenzaron a prestar servicios turísticos y, en 1996, transportaron más de dos millones de pasajeros generando cerca de 147 millones de dólares. Todo indica que se apunta hacia este tipo de embarcación; en particular, a los transparentes, que ofrecen a los turistas un excelente panorama subacuático.
Con los cruceros sucede otro tanto, ya que aumentan a una velocidad extraordinaria. Unos 7 millones de personas viajaron en cruceros el año último, cifra que se espera ascienda a 9 millones en el 2000. Para hacer frente a esta demanda, se están construyendo 42 buques, cada vez mayores. Por ejemplo, se arma uno que tendrá ocho pisos, con un peso de 250.000 toneladas y una capacidad para 6200 pasajeros.
Enriquecimiento cultural
El llamado turismo cultural, aquel que se inclina por recorrer lugares con un alto valor histórico o artístico o, simplemente, adentrarse en la idiosincrasia de los pueblos, se ha hecho fuerte en Europa, Medio Oriente y Asia; hacia estos destinos se llega desde diversas regiones del mundo. En él participa una amplia gama de viajeros, desde pequeños grupos educativos hasta personas que podrían calificarse dentro del sector vacaciones de masas, que incluyen al menos un día para sitios de interés cultural.
El turismo temático es aquel en el que los intereses especiales hacen ignorar las vacaciones usuales. En este sentido, los parques temáticos serán una opción cada vez más popular.
Si bien el número de viajeros aumentará de manera espectacular en el siglo XXI -aseguran los investigadores de la OMT-, se prevé una disminución del volumen del tiempo libre dedicado a los viajes de placer, sobre todo, en los grandes mercados emisores.
Tiempo libre
Otro estudio gerenciado por la OMT, Evolución del tiempo libre, sus repercusiones en las tendencias turísticas, asegura que los viajeros del siglo XXI serán "pobres en tiempo aunque ricos en dinero". En consecuencia, buscarán propuestas que ofrezcan mayores emociones en un menor lapso. Tal inclinación fomentará productos como el de los parques temáticos, así como hará crecer la industria de los cruceros, mediante la cual la gente puede visitar varios destinos en un viaje corto.
Las vacaciones de corta duración serán cada vez más frecuentes, al igual que los viajes de fin de semana. En esos períodos, la necesidad de descansar de las crecientes presiones laborales los incentivará a la relajación completa, lejos de tomar decisiones y de actividades agotadoras. Hecho que presagia la expansión de centros de vacaciones con servicio todo incluido.
Delia Alicia Piña