Yo no sé si son celos o le pasa algo en particular que no tiene nada que ver con lo que me está pasando a mí, pero sin ser demasiado obvio, Pedro me tiene aplicada una política de frío y distancia que ya me tiene cansada.
Y afligida.
Trabajamos juntos, eso sí, pero si vamos a almorzar es siempre en grupo y ni bien llega la hora, huye por su lado y nunca más compartir el taxi, tomarnos el subte juntos, volvernos en su auto... Rarísimo. Pasan los días y por momentos no lo noto o me olvido pero de repente lo busco para irnos y no está. Tampoco llama ni hace medio contacto los fines de semana. Tanta distancia que no me gusta nada la idea de pasar mi cumpleaños así. Después de todo sigue siendo de mis íntimos amigos.
Dicho sea de paso, todo resuelto con el festejo. Puedo invitar a quien quiera y mezclar los grupos si se me canta. Mi amiga Magu reservó el SUM (¿existe peor palabra en el mundo inmobiliario?) de su edificio que es bastante lindo y da a un jardín divino. Contraté unas pizzas a la parrilla con una amiga de Magu que se ocupa del tema y esta tarde voy a comprar todas las bebidas. Los vinos vienen de parte de un cliente nuestro (obra maestra de una de las chicas de la agencia) y me quedarían dos o tres tortas para estar lista. ¿Buena idea o no?