Newsletter
Newsletter
 • HISTORICO

La vuelta





Tengo más millas que un piloto y cero pánico al avión, pero ir a Argentina me mata de nervios. Este año fui y vine a tantísimas partes... Pero no mucho a Argentina.
¿Cómo lo explico? Voy por partes. Armar valijas suele ser medio plomo, pero para Argentina más. Es el lugar frente al que siempre siento que me olvido de llevar cosas vitales y siempre me queda mucho para hacer a último momento. ¡Este viernes parto! No tengo nada hecho. Yessss.
La última vez que estuve en Buenos Aires era invierno y fue un relámpago egoísta por trabajo. Aunque intento evitarlo, siempre me pasa lo mismo: abro la agenda antes de viajar y veo miles de "sí o sí" para hacer. Pero es tanta la emoción de volver que leo sin leer, me desconcentro de la lista haciendo tonteras y así me voy olvidando de la mitad de las cosas que preparar.
Entonces vuelvo a pensar por qué esta ¿ansiedad? Recapitulo, intento relajarme, me viene un insomnio fatal, tomo agua, me acuesto, ataco algo salado, siento que estoy a punto de acordarme de eso que me estoy olvidando… Pero vuelvo a pensar por qué me pica tanto volver. La última conclusión que saqué, y no fue en un diván, je, es que "estas vueltas" me hacen acordar a cuando viajaba sola a los 16 años y sin tantas facilidades de tiempo o recursos para volver a casa cuando quisiera. Cada viaje era oro en polvo que se me escapaba por los dedos… Una sensación de desarraigo espantosa que mi corazón parece haber grabado a fuego pese a ya vivir arraigada en otros países y muy feliz.
Mientras, en esta búsqueda de respuestas, sigo pensando qué me olvido de llevar en la valija… Sé que hay algo que me estoy dejando y que es importante, pero no sé qué es.
En la compu veo que llegaron varios mails de mis hermanas, de amigas, de gente que no veo hace mucho, mails de trabajo… Muchos para ver y para verme, me siento tan contenta, muy cerca de las personas que más quiero y que me dedicarán su tiempo. Pero, una vez más, el gran problema: ¿cómo hago yo para hacer todo, afectivo y efectivo, en sólo tres días? Las charlas con mis hermanas duran horas y apenas llegar que una de ellas ya se ofendió: "No me vengás con que no tenés tiempo. Sentate". Solución: Mili chicle globo. Espero no cortarme en dos ni reventar porque tengo que volver entera a los sets.
¿Qué es lo que no puedo acordarme y me falta llevar en este viaje?
Pienso en armar bien cada uno de los outfits que usaré, para eventos y no eventos, y así relajarme un poco al llegar, pero como estoy en las nubes al hacer la valija pongo un pie en Buenos Aires y vuelvo a necesitar el tiempo que no tengo para reconfirmar que todo lo que llevé está OK o si tengo que salir a resolverlo aunque no quiera.
Ahora leo el post y pareciera que lo vivo como una pesadilla, pero en realidad soy muy feliz al volver a casa. ¿La prueba? Duermo como un bebé y todavía me cuesta mares cada despedida.
Bueno, es tarde. Y hacia allá voy, sí o sí.
Help! Que me olvido de algo y todavía no sé qué es...
Mili

¡Compartilo!

En esta nota:

SEGUIR LEYENDO

Un adiós que no será el último

Un adiós que no será el último

Tapa de revista OHLALÁ! de abril con Gime Accardi

 RSS

NOSOTROS

DESCUBRÍ

Términos y Condiciones


¿Cómo anunciar?


Preguntas frecuentes

Copyright 2022 SA LA NACION


Todos los derechos reservados.