Las Cataratas del Iguazú, un espectáculo único en el mundo.

Romper los lazos con la efervescente capital y decidirse a conocer la Mesopotamia del país es la clave para iniciar unos días de relax en un entorno natural y, por qué no, salvaje.

Misiones recibe al visitante y guarda entre la arboleda enmaraÒada propuestas originales, como el yacimiento de piedras semipreciosas de Wanda o todos los saltos que se destacan en el extremo oriental de la provincia.

Sin embargo, es posible que la originalidad se relegue a un segundo plano para que sean las indómitas cataratas del Iguazú el plato fuerte del viaje.

Desde Posadas, la ruta nacional 12 aparta la vegetación y hace camino hacia el Norte bordeando el río Paraná. La tierra colorada, impregnada de óxido, empapela la costa de la carretera y abre las puertas al color vivo de la Naturaleza. El paisaje se completa con plantaciones de yerba mate, té y tabaco.

Luego de abonar la entrada en el parque, la selva poderosa ruge desde la vera del camino. A medida que se avanza, los turistas pierden su mirada en los senderos de tierra encendida que se desprenden, serpenteantes y misteriosos, en todas direcciones.

Una vez en el centro de información, los visitantes podrán obtener los datos de los diferentes paseos.

Veinte kilómetros antes de su desembocadura en el Alto Paraná, el río Iguazú es el causante de un espectáculo mayor. Doscientos setenta y cinco saltos de agua dispuestos en forma de arco conforman las cataratas. La Garganta del Diablo se impone con sus 70 metros de alto y es, sin duda, el salto más visitado.

Si bien la mejor opción es recorrer hasta el último rincón del parque, el circuito inferior propone una dosis de participación muy tentadora. Una pasarela angosta se asoma desde la selva e invita a bajar, a internarse en su intimidad. El calor se cuela por entre el ramaje y acompaÒa durante el paseo.

La vegetación transpira y el entorno rezuma de humedad. Todos sueÒan con un baÒo, pero nadie imagina que está tan cerca. El Salto Dos Hermanas recibe a todos los que anhelen sentir la frescura en carne propia. Desde una roca varios jóvenes se lanzan a la pileta que se forma por la contención de una pared rocosa. Los más valientes pueden deslizarse entre las piedras, sentarse justo debajo del grueso chorro de agua y dejarlo que masajee las cervicales.

El concepto de participación se ensancha si los turistas cruzan a la isla San Martín. Para esto sólo hay que rodear el circuito inferior que bordea el río y llegar hasta el embarcadero. Por por persona una lancha, que lleva gratis miles de mariposas, cruza del otro lado. Una pendiente de 160 escalones conduce a tres puntos panorámicos: el Salto San Martín, La Ventana y la Garganta del Diablo.

Cuando los miradores de la isla se agotaron, los visitantes recuerdan que la Garganta endemoniada los está esperando. Existe una pasarela que conduce hasta la boca de la cascada. Actualmente no está habilitada, ya que las continuas crecidas del río destruyeron algunos tramos. Sin embargo, se implementó una nueva manera de acercarse: pequeÒas embarcaciones que parten de Puerto Canoas y llevan a los turistas hasta el último mirador, justo enfrente de la vigorosa garganta. Allí, todas las voces se silencian frente al grito incesante de una naturaleza rebelde. El agua oscura cae violentamente y los cuerpos se humedecen con las gotitas que cubren la galería. Un vapor espeso envuelve la gran boca y, seguramente, recrea un arco iris pálido.

Risas, fotos, exclamaciones, asombro y más fotos. El agua sigue cayendo. ¿Desde cuándo?¿Hasta cuándo? La Naturaleza no responde, pero se muestra furiosa.

El Parque Nacional Iguazú está ubicado a 260 km de Posadas, capital de la provincia de Misiones, y abarca 65.000 hectáreas.

Iguazú significa, en guaraní, Agua Grande.

El mayor atractivo son las Cataratas del Iguazú, un desnivel con caídas de más de 80 metros. Comprenden un semicírculo de 2700 metros, con 275 caídas de agua. Los saltos más importantes son: Alvar NúÒez, Dos Hermanas, Chico, Ramírez, Bosseti, Mbiguá, Adán y Eva, San Martín, Escondido, Dos Mosqueteros, Tres Mosqueteros, Rivadavia, Belgrano, PeÒón, Mitre, Unión, Benjamín Constant, Deodoro, Floriano, Falso San Martín y Santa María.

En la isla San Martín el cauce del río Iguazú se ensancha y forma un lago de escasa profundidad y de 3 km de ancho. En el centro, la isla divide al río en dos brazos: el izquierdo, argentino, baja con estrépito para que surja el salto Unión. Luego retoma su cauce y forma un gran caÒón en el que vuelcan sus aguas varios saltos. Esa colisión se denomina Garganta del Diablo.

En este parque nacional existe una gran diversidad biológica: más de 2000 especies de vegetales, alrededor de 400 familias de aves y un número no precisado de variedades de insectos. Los mamíferos también habitan el Parque: tapir, corzuela, paca, agutí, carpincho, tamanduá, mayuato, yaguareté, coatí, hurón mayor, pecarí, ardilla, lobito, gato onza, etc.

Entre los árboles mayores -muchos superan los 30 metros de altura- predominan el incienso, ibirá pitá, rabo molle y timbó. Un poco más abajo aparecen los ejemplares de gran porte, como el guatambú blanco, laurel negro, cancharana, pindó, aguay, laurel amarillo, petiribí, etc. El estrato intermedio está formado por las especies mayores, que comparten el espacio con los helechos arborescentes y los arbolitos de frutas carnosas.

El último estrato está compuesto por una gran variedad de helechos y arbustos. También aparecen intrincados caÒaverales, que forman cortinas casi impenetrables de 20 a 30 metros de altura. Plantas epífitas tapizan el paisaje: orquídeas, helechos, clavel del aire y caraguatá, entre otras. La isla San Martín es, en sí misma, otro lugar de interés para el turista. Se cruza en bote el canal y se disfruta de una vista excepcional de los saltos San Martín y Tres Mosqueteros, y de la Garganta del Diablo. En El Macuco, se puede disfrutar de una cabalgata hasta el caÒón del Iguazú. También se puede realizar un recorrido de 23 km entre palmares y palos rosa que alcanzan hasta 40 metros de altura.

A 17 km de las cataratas se halla la localidad de Puerto Iguazú. Allí se puede visitar el Museo de Imágenes de la Selva (colección de tallas en madera) y Museo Regional de Ciencias Naturales (animales embalsamados de la zona y flora local). Allí está el hito Tres Fronteras, que se complementa con el puente internacional Tancredo Neves para llegar a las vecinas localidades de Foz de Iguazú (Brasil) y Ciudad del Este (ex Puerto Stroessner, Paraguay).

Por Carolina Reymúndez