Lo que más y lo que menos extrañé de Silvito

Hola a todos. Perdón por la demora en el posteo, pero tuve una complicación tecnológico-laboral.

Después de sus dos semanas de ausencia, estuve pensando qué es lo que más extrañé de mi muy extrañado novio. Va de atrás para adelante:

3- Volver al trabajo (en general yo llego después que él) y verlo en el sillón, en calzones (ya sé que me quejé de esto alguna vez, pero vieron cómo es la distancia), mirando algún programa de televisión que habla de un partido cuyo resultado Silvio conoce hace dos días. Cuando yo entro en la escena, Silvio inevitablemente me mira y abre sus brazos, invitándome a abrazarlo en el sillón. Yo, inevitablemente, acepto la invitación.

2- Cosas que hacemos juntos. En especial, cocinar (nada gourmet, más que nada el momento compartido) y salir a caminar por ahí. En estas dos semanas, entre el delivery y la sobredosis de tv, creo que no hice prácticamente ninguna de las dos cosas.

1- Algunas amigas suelen discutir si duermen más cómodas solas o acompañadas. Ya hemos mencionado el tema acá. La cuestión es que hoy, después de dos semanas de dormir sola, les digo que voto por la compañía 100%! Y la de Silvio, por supuesto.

Cuando llegamos a casa desde Ezeiza, estábamos, les diría, en los mejores minutos de nuestra relación. Puro amor y buenas ondas. A la media hora de estar en el hogar, Silvio ya hizo su comentario: "Veo que hiciste un quilombo total en la casa", dijo, al ver UN PAR DE ZAPATOS en el comedor. Un par de zapatos. Repitan este párrafo por tres y vayan agregándole signos de exclamación progresivamente para tener el podio de lo que menos extrañé de mi amorcito. Es decir, su versión policía del orden del hogar.