Newsletter
Newsletter

Los chicos, primero

Esta temporada, a diferencia de las anteriores, los más pequeños fueron los protagonistas casi exclusivos de las actividades en la playa




PINAMAR.- "Me hacía cosquillitas en la panza y me temblaban las piernas", dice Camila, muy seria, y parece que está describiendo los síntomas de una extraña enfermedad. Pero no: lo que intenta transmitir es la sensación que le produjo remontar un barrilete. Tiene "nueve casi diez", según nos informa, y para ella la experiencia es nueva. Rubia, flaquita, radiante, Camila participa de una barrileteada organizada aquí por el parador La Nueva Posta; a su alrededor se entrecruzan hilos blancos, corren chicos y padres, vuela algo de arena.
"¡No se puede!", grita, unos metros más allá, su hermana Julieta, de ocho, intentando que su propia cometa tome vuelo. El padre de ambas, Gabriel Delle Nogare, las mira emocionado. "Es raro encontrarse con estas cosas -dice a LA NACION-. Cuando yo era chico todos remontábamos barriletes, pero ahora eso se perdió. Y claro, con la inseguridad que hay, ¿adónde vas a salir? Los chicos se quedan adentro mirando televisión."
La barrileteada es sólo una de las actividades que los distintos paradores de Pinamar organizaron esta temporada pensando en los más chicos. Hubo también carreras, torneos de fútbol y tenis, concursos de manchas, clases de baile y murga De hecho, este año la arena se vistió de un tono familiar que contrasta con otros veranos caracterizados por una marcada apelación al público juvenil.
Por ejemplo, quienes suelen veranear en Pinamar notaron que esta temporada el parador DirecTV Experience (Puerto Banus) no ofreció los recitales de rock que solía organizar en temporadas anteriores, dirigidos más que nada a los jóvenes. "Este año cambiamos un poco el enfoque: quisimos apuntar a toda la familia y por eso el énfasis en los chicos", explica Karin Birnbaum, jefa de promoción y trade marketing de DirecTV en la Argentina.
A pocos metros de ella están el balde gigante repleto de dinosaurios, la réplica del barco pirata y el enorme tobogán inflable que atraen la atención de los niños y les prometen horas de diversión. También hay unas mesitas donde chicos y chicas juegan a colorear dibujos de sus personajes favoritos de la televisión, y cada tanto aparecen sorpresivamente personas disfrazadas de esos mismos personajes (Docky, Clifford, Pocoyo).
"Siempre buscamos ir a una playa que tenga este tipo de cosas", comenta Pablo Grivel, un abogado cordobés de 35 años, mientras sus tres hijas de seis, cuatro y dos años se divierten en distintos sectores del parador. "Tenemos la tranquilidad de que siempre hay alguien que se queda con ellas y las cuida mientras juegan."
Casi todos los paradores de la costa pinamarense cuentan con actividades específicas para los más pequeños. Muchos organizan periódicamente barrileteadas y torneos de fútbol y tenis; otros tienen guarderías con televisor y juegos; algunos, como Terrazas al Mar, ofrecen cabalgatas; en el caso de Las Brujas o Barbados, además de inflables, hay pequeñas plazas con juegos tradicionales. En Cocodrilo, ellos pueden jugar al truco mientras ellas aprenden a cocinar. Y la lista sigue.
Una mención aparte merecen las actividades que consisten básicamente en correr. Como la maratón de chicos y perros organizada por Purina y realizada en la playa municipal de la Avenida del Mar y Las Garzas. Una multitud de chicos se concentró ahí, cada uno con su mascota, en pos de la pequeña gloria sobre la arena. "El año pasado corrí sola, y ahora con mi perra, Blanquita", dijo Trinidad, de 13 años, mientras su hermana Rosario, de 11, competía con Francois, que, según aseguraba, está "acostumbrado a correr, pero se pone un poco nervioso cuando hay otros perros alrededor".
Por supuesto que los chicos no esperan a que los paradores organicen distintas actividades para divertirse. Todos parecen sentirse a sus anchas en la arena, juntándola con sus baldes y palitas o modelándola con sus manos desnudas. El gigantesco tobogán acuático ubicado en la playa, cerca del fin de la avenida Bunge, convoca a muchos pequeños, pero otros gozan simplemente metiéndose entre las olas, vigilados por sus padres, claro.
Sea como sea, el verano siempre, siempre, está hecho a la medida de los bajitos.
Por Sebastián Lalaurette
Enviado especial

¡Compartilo!

SEGUIR LEYENDO

Lanzamos Wellmess, el primer juego de cartas de OHLALÁ!: conocé cómo jugarlo

Lanzamos Wellmess, el primer juego de cartas de OHLALÁ!: conocé cómo jugarlo


por Redacción OHLALÁ!


 RSS

NOSOTROS

DESCUBRÍ

Términos y Condiciones


¿Cómo anunciar?


Preguntas frecuentes

Copyright 2022 SA LA NACION


Todos los derechos reservados.

QR de AFIP