
Un suspiro tras otro. El domingo Prada presentó en Milán la colección de invierno para hombres. Otro suspiro. Un show fuera de serie y del cine: descollaron la pasarela los actorazos Gary Oldman, Willem Dafoe, Adrien Brody, Jamie Bell y Tim Roth, entre otros capos y modelos de todos los tiempos como Michel De Wint. Me encantó que haya habido varios hombres mayores entre los más jóvenes, como una forma de recordar que las arrugas, las canas y la experiencia pueden ser estéticas y muuuuy sexies.
Miuccia definió al show como "una parodia del poder masculino". Y así se los vio caminar, parecían caballeros, diplomáticos, dandies, gangsters... Personajes imbatibles, intocables, imperturbables, inflexibles. Iban serios y vistiendo con una elegancia suprema, mezcla de modernidad con los cortes más clásicos. Aplaudo la puesta en escena completa.


Me gusta mucho la ropa de hombre y admiro a los que van un poco más allá de lo clásico. Al final somos las mujeres las que siempre incursionamos, entonces cuando veo un hombre más jugado me pregunto por qué no todos se animan a más. Soy de la idea de que la mayoría de las mujeres nos fijamos en cómo se viste nuestro hombre y el resto, y yo estoy entre las que más se fijan. También es muy de mujer aconsejar a los hombres qué llevar y que estos protesten... A mi marido suelo opinarle sobre anteojos, sombreros, pulseras, cinturones y bufandas, y las más de las veces accede, pero sin abandonar su estilo.
De la colección de Prada destaco lo vanguardista del trench coat sin mangas, los anteojos circulares en colorado, los sacos largos con cuello de piel, las flores de género en el ojal. Brillante la combinación del marrón con el violeta y los pantalones púrpura, también los sacos con estampados de pijama de satén. Cuellos de camisas muy altos y cerrados y las famosas gomas para proteger a los zapatos de la lluvia.
Les dejo parte del desfile, en especial el cierre sobre la enorme alfombra roja. Qué menos para estos grandes:



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