Le digo al chico que ayer en "la agencia" discutimos sus costumbres metrosexuales.
-Que yo tenga piel seca no me hace metrosexual, che. Se me secan las manos, ¿qué querés que haga?
Lo miro con carita de duda levantando una ceja y me hace látigo con el repasador de la cocina.
-Zarpada. ¡Metrosexual, lo único que me faltaba! Ponele que me ves un poco parecido a Beckham, debe ser eso…
-Buá, nos dimos manija. Lo bueno es que la autoestima la tenés intacta, che.
Lo veo alejarse todo bien macho en sus cortos de "jugar a la pelota", las zapatillas hechas un asco tiradas por la cocina mientras se va sacando la remera para meterse en la ducha y tomo la firme decisión de seguirlo.
Beckam es un piscuí.
Me gusta, pero me gusta de "gustarme", de cuerpo y alma.
Pero de cuerpo, ¡ay como me gusta de cuerpo mi chico!