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Moda gourmet





La semana pasada estuve en Londres porque estoy trabajando en la organización de un encuentro de jóvenes diseñadores argentinos emergentes y del cual soy la curadora (yesssss!). Prometo adelantar en un próximo post más sobre esta noticia que me tiene muy feliz, me divierte y me desafía enormemente. También contarles cómo está formado este equipo de trabajo, de gente muy involucrada con la moda y que anhela lo mismo que yo: que el diseño argentino tenga su lugar de peso en la mente de la moda internacional. ¡Y lo vamos a lograr! 2013 será el año de despegue, así que atenti a los creativos de las tijeras.
Con el post de hoy me pasa algo parecido a lo que viví con otro post que escribí sobre la comida molecular y cómo los platos me remitían a ciertos diseñadores que admiro, como Balenciaga. Esta vez fue así: después de una de las reuniones por todo esto que estamos haciendo, fuimos a comer a "La Bodega Negra", un restaurante del Soho del que nunca les había hablado y que apenas entré pensé que es una buena y diferente recomendación para quienes visiten Londres. Varios motivos: vivirán una experiencia interesante y exquisita, el lugar tiene una ambientación to die for:es cálido, muy cool, moderno pero con toques añejos, retros en medio de cristalería y porcelanas autóctonas... Y la carta de opciones, otra oportunidad to die for. (Este es un post, que tiene que ver con Londres, por favor disculpen la licencia que me tomo para usar términos que a veces me dicen que molestan, pero esta ciudad me los recuerda por haber vivido tantos años ahí, es cero snobismo, believe me, je).
Desde afuera, toda la decoración del lugar hace pensar que se trata de un sex shop, la música está bastante alta y sólo hay velas que iluminen. Si bien tiene cierta exclusividad (es muy común ver a Kate Moss, Liz Hurley, Dita Von Teese yKeira Knightley, entre otras celebridades), no dejan entrar a hombres que lleven saco y corbata. Parece todo pies para arriba, pero al mismo tiempo hay coherencia y creo que tiene que ver con que el estilo del lugar está bien marcado, pensado y todo se une en una línea invisible pero concreta.












La comida es mexicana y deli deli. Y aquí viene eso que les cuento de mi viaje hacia el post de la comida molecular relacionada a la moda. Es que los platos de este restaurante tienen mucho arte, una prolijidad impecable siendo generosos e informales en el look, correctísimos en la confección y en la exhibición, tal como se presenta una colección de alta laboriosidad, impacto y estilo.
¿A quiénes me remitieron estos platos, el verde palta, el colorado furioso del morrón, el amarillo ocre de tomates, la mezcla de colores de la tierra con destellos brillantes, el púrpura de la cebollamorada...? En especial,a colecciones de primavera-verano recientes de Stella McCartney, Givenchy, Vivienne Westwood, Vera Wang, Peter Pilotto y Agatha Ruiz de la Prada, en espacial al momento de los postres! (Las fotos que siguen tienen el orden en el que nombro a los diseñadores para que puedan identificarlos mejor):








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