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Según las chicas que veranean en estras playas, hay tres tipos de hombres: los electrónicos, los deportistas y los reos

12 de enero de 2007

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PINAMAR (De un enviado especial).- Hoy en día casi que ni te tenés que mover: si le gustaste a una mujer, viene sola, al pie. El verano las vuelve locas." La frase de Federico, mientras termina con el bronceador que mantiene su piel de un chocolate brilloso, cae como una letanía. Ahí están ellos, los muchachos musculosos, en un escenario playero ideal para mostrar el sacrificio anual de insistir con el gimnasio.

Los hombres más facheros de Pinamar, según la opinión de bellas señoritas autorizadas a hacer un minucioso análisis del tema, se catalogan en tres categorías. Veamos en detalle.

Está el grupo de los electrónicos , cuya caprichosa denominación responde al estilo de música que escuchan. Ellos suelen apostarse en el parador Ufo-Point y, de noche, van a bailar al boliche Ku. Usan pantalones tipo capri, musculosa, ojotas y lentes oscuros. Se lookean con gel y se cuidan tanto o más que la mujeres. Y este año, algunos incorporaron otro accesorio a su vestuario: una vincha.

"Yo uso una crema para protegerme del sol y otra para salir del mar. También una loción after-beach para el final del día. Y el perfume siempre está a mano, porque no sabés cuándo te pinta una mujer. La onda es ésa", contó Javier, de 28 años.

Algo rígidos, como en actitud de guardia, y moviéndose al ritmo de la música, parecen más preocupados en constatar si las mujeres los miran que en buscar una conquista. "¿Si me molesta que digan que cuidarse mucho es un poco afeminado? ¡Que digan lo que quieran! A mí me encantan las mujeres y me gusta cuidarme y estar prolijo. Una cosa no quita a la otra", contó Ezequiel, algo molesto por la inquietud ajena.

Si bien los electrónicos tienen su público femenino, la mayoría de las mujeres se inclina por otros dos estilos de hombres: los deportistas y los reos . Así lo definieron ellas, de acuerdo con distintas características y patrones comunes.

Los primeros muestran un físico trabajado y no por acumulación de ejercicios en el gimnasio. En realidad, realizan una actividad física periódica que no abandonan durante sus vacaciones. Trotan por la playa, juegan una tocata después de las siete de la tarde o disfrutan de algún picado de fútbol. Cuidan su aspecto, pero no tanto. Usan bermudas y buzos coloridos, y también están bronceados.

"Yo me entreno todos los días, porque estar bien físicamente es la base del bienestar. Vinimos con un grupo de amigos, como siempre. Las mujeres miran mucho; eso se nota respecto de los años anteriores. También avanzan más que antes", cuenta Federico, un cordobés de 23 años que juega al rugby en su ciudad. Ellos suelen reunirse en casas para hacer la previa antes de salir a bailar o van a algún pub como Super 15, sobre Bunge.

Por último está el grupo de los reos , que como definió Natalia, una rosarina llamativa, son aquellos "lindos, pero desprolijos. Saben que tienen toda la pinta, pero no se cuidan tanto. En general tienen pelo largo o bien un look despeinado".

Ellos también están repartidos en distintos balnearios como Cocodrillo, Hemingway, Lanuela Posta y El más allá, entre otros. Se ponen pantalones más anchos y remeras sin mangas. No hacen deportes, toman mate, se ríen y se divierten. Van de un lado a otro.

Pero claro, a estas arbitrarias categorías masculinas se le agregará otra siempre vigente, y que corre por cuenta del autor: el feo con plata. Esos hombres con un buen pasar económico tienen sus fanáticas entre las de 26 años en adelante. Ellas lo niegan, claro. Pero aquella vieja frase "billetera mata galán", por aquí también se constata muy a menudo.

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