Hace un mes que estoy fuera de Londres, de la que siento mi más casa. ¡Un mes es mucho tiempo para estar lejos! Así que me siento muy feliz de reencontrarme con tantos amigos, con mi más cama, mis libros y la rutina de Londres que nunca es rutina... Si bien llego y está empezando el frío, nuestra casa de Londres es muy cálida y trato de dedicarme a darle cada día más calor, como ya les conté en otro post. Ayer, mientras hacía valijas, pensé en lo rápido que pasa el tiempo, en que un mes por ejemplo es muy poco para aprender bien un idioma nuevo, pero muchísimo para estar lejos de casa. Es muy loco, ahora siento una forma rara de extrañar, muy distinta a la de cuando era más chica y acababa de mudarme a Europa. Pero es extrañitis al fin.
Y lo más loco de todo es que con lo mucho que extraño y con las ganas de llegar a casa que tengo, también vuelvo a partir en breve. Al día y medio (sí, y medio) de aterrizar, viajo a París para trabajar durante cuatro días. Pero lo bueno es que además de estar a dos horas de Londres, amo, amo, amo París. Y tengo los mejores recuerdos de cuando viví ahí mis primeros años de modelo en Europa.
So, también lo que voy a hacer en París me encanta. Primero porque cuento con un equipo muy exclusivo y profesional, y segundo es que todos tienen muy buena onda. Durante varios días de trabajo sobre un mismo proyecto, además de talento, hay que ponerle actitud.
Por confidencialidad no puedo contar exactamente qué trabajo es ni la marca para la cual voy a trabajar. Sí puedo decirles que es un tipo de trabajo que se hace poco y para clientes muy exclusivos, por lo que la obsesión en cada detalle hace que todo deba ser perfecto. La exigencia es que nadie trabaje apurado, así que serán tres días de shootings, cuando normalmente podría hacerlo en una jornada de doce horas continuas. Lo que pasa es que en estos casos la exquisitez, el glamour y la inversión en alta calidad están por sobre todo. El estilista que trabajará es brillante, lo mismo que el fotógrafo y el resto del equipo. Así que además del placer de hacer este tipo de trabajos, es un honor muy grande.
Volviendo a París, no creo que vaya a vivir en esta ciudad hoy, pero siento que dentro de unos años es posible y que la ciudad me espera. Porque cada vez que vuelvo a París me vuelvo a enamorar de ella, de esa melancolía y hermosura que desprende cada esquina.
Les dejo una parte de la película Paris Je t'aime que me encanta y que nada tiene que ver con moda, pero es conmovedora y además me recuerda tanto a esas calles donde yo vivía. Espero que la disfruten tanto como yo.
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