
En horas llego a Londres después de estar un tiempo bastante lejos de la ciudad. Estaré en mí casa y esto me tiene muy contenta. A los pocos días también me espera París: empiezan los desfiles de haute couture. Yesss!
Los shows de alta costura me emocionan porque es cuando se logra ver crear al diseñador prendas únicas, irrepetibles; adoro poder vestir estos trajes. Muy pocos se venden y muy pocas celebridades tienen el acceso a ellos. Son días de mucha expectativa, todos queremos saber qué estuvieron pensando y haciendo los genios de la alta moda durante el año.
Sólo algunos diseñadores participan de estos shows. Una de las novedades de este año es que vuelve el italiano Giambattista Valli al grupo súper exclusivo. Como él dice, "lo más lindo de la couture parisina es la devoción". Y yo pienso en el arte, la plasticidad, la imaginación, la inspiración... El mundo interior de los diseñadores, todo su bagaje de conocimientos, marcando la tendencia.
De Valli, me encanta la forma que tiene para destacar lo femenino de forma simple. Son detalles, pero que matan. Su última colección refleja a una mujer con mucha distinción, pero por sobre todo que se siente joven y muy mujer. Además, tiene un don casi perfecto para mezclar colores intensos con claros. Veremos con qué nos sorprende en unos días.




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