El festejo de cumpleaños fue todo un éxito. Amigas, amigos, El Chico y hasta Pedro (tarde pero seguro). Me divertí, bailé, soplé mis velitas y me reí a carcajadas. Al final del día, no hay nada mejor que estar rodeada de tus amigos y la gente que querés. No importa mucho más que eso. Esa fue la conclusión más importante del fin de semana.
El Chico interactuó comodísimo, se paraba, iba, venía, se cambiaba de un grupo al otro y ni medio estrés para mí; ni un segundo de tener que preocuparme si la estaba pasando bien o no. El placer total.
-No te digo que "novia", eh, pero pasaste de pantalla de una.
Mara es ideal para estos diagnósticos. Te sigue calladita con la mirada durante toda la noche, charla, mira, escucha y al final del evento te tira su veredicto. Parece que no soy novia, pero pasé de pantalla.
-Lo conocés, te gusta, le gustás. Pantalla 2: buen sexo, te sigue llamando. Fun-da-men-tal, ¿Víste? Vos te quedabas bastante en esa pantalla, ¿o no? Pantalla 3: lo presentás en tu grupo de amigos y todo fluye. Pasaste de pantalla, nena.
No sé si me convence la metáfora por lo de Game Over pero bueno, vaya como ejemplo. Yo estoy chocha.
Ahora, sí, aflojando con los festejos porque le dimos a los tragos y las tortas como dos Pacmans.