Leo todos sus comentarios. Y en muchos de ellos encontré la percepción de que mi vida es un cuento de hadas. La verdad es que hoy estoy en un momento muy positivo…pero no siempre fue así!
Foto by Peter Lindbergh
Empecé a trabajar en Argentina cuando tenía catorce años. En esa época todo parecía muy divertido porque el trabajo era una toda una novedad en mi vida. Recuerdo que salía del colegio y me iba a trabajar, conocía gente, compartía las anécdotas con mis amigas y con mi familia. Pero a los dieciséis años tuve que tomar una decisión muy difícil, y mi vida cambió de manera drástica cuando finalmente me fui a vivir a París.
En ese momento me sentía súper segura de mí misma, muy emocionada por conocer otras ciudades y otra gente. No era completamente conciente de lo que implicaba ese viaje en términos de sacrificios personales, etc. Tenía una inconciencia total que me permitió pegar saltos importantes en mi vida.
También tenía una presión gigante al haberme alejado de mis amigas y mi familia para irme a París, sentía que debía concentrarme en trabajar, dejar las emociones para otro momento y ser exitosa. Sentía que tenía un mandato que cumplir, aún cuando en realidad nadie, y menos mi familia, me presionaban. Es raro sentir esto a los dieciséis años y ahora miro para atrás y sinceramente no se de donde salía esa fuerza y esa autoexigencia.
Toda mi familia me super apoyó. Fue un shock muy grande alejarme de ellos. De chica me quejaba porque éramos muchos en mi casa (diez hermanos!!!!), porque tenía que compartir mi ropa con todas mis hermanas y por las típicas peleas familiares. Pero al no tenerlos cerca, me di cuenta cuanto los necesitaba.
A medida que pasaba el tiempo los extrañaba cada vez más. Me encontraba sola en hoteles, en aviones, en lugares extraños a los que tenía que viajar por trabajo y siempre llamaba a mis hermanas para hablar de las cosas que iba viviendo. Pasaba semanas lejos de mi "casa" en París y ya no sabía cuál era mi lugar en el mundo. Llegué a conocer la soledad y a lidiar con ella.
Mi primer desfile de Lanvin
Un de las mayores dificultades de haberme ido tan joven fue el intento de conectarme con la gente. De alguna manera me sentía extraña porque no se me hacía fácil relacionarme con otros. Mis amigas modelos eran bastante más grandes, tenían sus novios y hacían programas que no siempre me divertían.
A veces creía que me había quedado en el medio del océano, porque tampoco me conectaba demasiado bien con mis amigas de Buenos Aires. Las veía cuando volvía a mi ciudad natal y en las reuniones escuchaba que "Cuchi estuvo con Pichi". Quien es Cuchi??? Quien es Pichi??? Mientras que en mi mente se escuchaba una voz que me decía que en una semana tendría que volver a París a para continuar con mi vida de modelo. Algunas veces imaginaba y aún deseaba tener la vida de una adolescente de dieciséis años, viviendo el día a día, preocupándome solo por los exámenes que se acercaban, o por saber qué me iba a poner esa noche para salir a bailar.
Mi primer desfile de Givenchy!!
Todo esto lo viví durante mi adolescencia, una etapa muy crítica donde no tenia idea de quién era, ni qué estaba haciendo, ni por que tenía semejante presión con mi carrera. Tampoco sabía cómo lidiar con la gente. ¿Cómo se supone que una chica de dieciséis años se maneje sola por el mundo?
A los diecinueve años, en 2008, junto con la crisis mundial que afecto muchísimo al mundo de la moda, llegó mi primera crisis. El trabajo paró de golpe y en todo ese tiempo libre que ahora tenía comencé a plantearme qué estaba haciendo, qué había sido esa locura de los últimos tres años viajando , trabajando sin parar y sin tomarme un solo momento para mí.
Fue ahí cuando empecé a tocar el piano, a pintar, a meditar y a tratar de reencontrarme. Empecé a hacer todo lo que no había hecho en tres años. En ese momento también apareció en mi vida Manu, una tarde que entre a un restaurant en Nueva York y lo vi sentado con sus amigos. Al principio no tenía ni idea cuál era el lugar que un hombre tenía que ocupar en esa vida que tenía. Y las cosas no fueron fáciles.
El el próximo post les cuento cómo volví de este momento muy difícil, como rearmé mi vida y mi carrera después de pasar 6 meses en Argentina y por supuesto, por qué me casé y por qué ahora vivo en Europa. Lo bueno es que esta historia tiene final feliz.
Buen fin de semana! Disfruten. Yo recién llego a Londres y ahora nos vamos juntos a París por el fin de semana. Tengo que hacer el desfile de Gaultier el sábado y el resto del tiempo a dis-fru-tar.
Los espero.
Mili
En esta nota: