¡Buen día!
La semana pasada dijimos que empezaríamos a hablar de cómo elevar nuestra energía. Somos títeres de nuestros estados anímicos, ¿te diste cuenta? Ése día que amanecés cansada: se te va el bondi, estás llegando tarde al trabajo y te ponés nerviosa, te peleás con el primero que se te cruza en la oficina... Cómo nos sintamos afecta nuestras acciones, emociones, y pensamientos, y también nuestro entorno. Entonces es clave tener tu prana alto, ¿escucharon alguna vez hablar de esta palabra en sánscrito? Quizás la oíste nombrar como "chi" o simplemente energía. Prana es lo vital, es la energía sutil que se manifiesta en todo lo vivo. En nosotras lo percibimos cuando estamos entusiastas, alegres, con pilas, y mucho foco. Cuando nuestro prana está alto vemos entonces el vaso mitad lleno; en cambio, cuando estamos agotadas, sin una gota de fuerza, solemos ver el vaso mitad vacío. ¿Observaste esto en tu vida?
Estos días hasta llegar al fin de semana vamos a aprender a elevar nuestro prana a través de distintas fuentes: el descanso, la alimentación, la respiración y el estado feliz de la mente (o meditación).
Pero antes de arrancar con este plan anti estrés, me gustaría que ustedes me contaran qué sienten que les sube su energía, con qué cosas se sienten más anímicas y felices.
PARA AGENDAR
Si se quieren interiorizar un poco más, les recomiendo un libro que introduce los beneficios de la respiración: "Respirar bien, vivir mejor", de Indra Devi, una gran Maestra que tuve la posibilidad de conocer. Se consigue en casi todas las librerías, y cuesta $45.
Ella tiene algo que me hace acordar a mi abuela Dora, que ya no está más conmigo