Newsletter
Newsletter

Rendirse al amor




Juan,
Quiero compartir con vos una noticia feliz, una de las más felices que pueda existir en la vida: nació mi sobrina, hija de mi hermana Sofi. Ella, tan preciosa y pequeña, ya vivió grandes aventuras. Desde su primer hogar líquido, pudo percibir las maravillas sudafricanas, los sabores extranjeros, el despegar de un avión. Sin dudas será una mujer de espíritu extraordinario.
En el momento que la sentí en mis brazos, una oleada de sensaciones poderosas me invadieron para quedarse navegando en mis pensamientos durante todos estos días.
Ella, tan frágil y tan fuerte. Tan humana, recibiendo la mejor forma de amor posible; ese donde instintivamente puede reposar en paz. El amor completo, donde no se teme, porque sabe que los brazos más sinceros la contienen.
Le deseo una vida llena de amor intenso, libertad de espíritu y un corazón bondadoso que pueda dar sin miedo.

Miedo. Esta palabra se hizo presente en varias conversaciones esta semana.
Sabés, pensé mucho en tu gran post del miércoles. En un momento, cuando narrás tus impresiones sobre los comportamientos de la gente en Rusia, pusiste que ellos "pueden ser sumamente amables con vos, y darte indicaciones y ayudarte sin sonreír o siquiera tocarte la mano" y que eso a veces se interpreta como frialdad, pero que sin embargo descubriste lo contrario.
Tenemos ese impulso que nos lleva a juzgar lo que no conocemos, a mal interpretar las costumbres que difieren de las nuestras; a dar rótulos sin adentrarnos para experimentar y descubrir qué hay en la profundidad.
Creo que nos domina el miedo y que muchas veces juzgamos para reafirmarnos en nuestras formas de ser desde el ego y la superioridad. Creo que tenemos temor a conocer de verdad a los otros y encontrarnos con un mundo bueno, del cual incluso podríamos llegar a aprender y enriquecernos. Quizás, en ese proceso, tenemos miedo a descubrir que nosotros no somos tan grandiosos y que podríamos cambiar, mejorar. Y cambiar cuesta.
Hablando de encuentros culturales, en mi última carta compartí el comienzo de la historia que mi mamá escribió sobre su primer viaje que la traería de Finlandia a Argentina. Casualmente, en la segunda parte que quiero mostrarte de su relato, es el miedo el factor que gana protagonismo.
Antes de que leas este breve fragmento, quisiera que lo hagas escuchando este tema y que al final lo vuelvas a poner y le prestes atención a la letra y a la sublime interpretación. Ella tiene una voz que te lleva de viaje, por eso grandes DJ´s como BT, Gabriel & Dresden o Tiesto, la tomaron en varias ocasiones para hacer remixes.
"… Nos fuimos haciendo amigas con los marineros. Nos divertía mucho observar su trabajo, y ellos tenían buena disposición con nosotras.
¿Qué pensaba yo en esos días? ¿Qué idea tenía de esa situación tan rara? Creo que mi mente estaba bastante vacía. Vivía como en un paréntesis y con la sensación de que cuanto más se prolongaba el viaje más me estaba dejando llevar por la ilusión de la eternidad, del sinfín de la situación.
Creo que no quería pensar en lo que vendría después. La realidad para mí eran esas semanas. Vivir una ilusión. Una vida sin vida.
En la Isla de Gran Canaria pudimos oler y saborear el clima tropical. En el mes de octubre se presentaba verde y florida. Estaba hermosamente colorida e inundada de palmeras, que nunca había visto. Aquellos árboles tan extraños formaban parte de mis fantasías y pertenecían más a los libros de novelas a las cuales era aficionada que a la realidad.
Hasta el día de hoy las palmeras siguen teniendo algo místico para mí.
Curiosidad, miedo, dos sensaciones de las cuales me hice amiga. La curiosidad me empujaba para adelante, el miedo me paralizaba ¡Qué distinta es sin embargo esa sensación a los trece! A la distancia de los años, ese sentimiento se perfila como algo abstracto, indefinible. Ese miedo no surgía por temor al idioma nuevo, la gente, las costumbres, ni siquiera a un nuevo colegio en un nuevo país. Era miedo por "flotar", sintiendo una falta de firmeza en los pies.
El barco se deslizaba timoneando de la mano del capitán por las olas del Atlántico sur. El futuro no tenía seguridad. ¡LA VIDA ME ESTABA SACUDIENDO!"

Ufff, breve pero poderoso relato. Y sí, tenemos miedo cuando la idea de la contención segura se parece a un sendero en días de niebla cerrada. No sabemos bien donde pisar ni distinguir si las formas a lo lejos son lo que parecen. Hay temor cuando no aparece la sensación de tener un lugar sólido en el cual reposar. Todo lo contrario a ese amor completo que describí al comienzo. Ese que recibe mi sobrina recién nacida en los brazos incondicionales.
El otro día, con una gran amiga, hablábamos de amor. Amor de pareja. Me dijo: "Tengo miedo. Tengo miedo de rendirme al amor, abrirme y que me lastimen. Que así como un día pasó que él se asustó y se fue de la relación, que justo cuando me relaje y me entregue, lo vuelva a hacer y me vuelva a romper el corazón."
Sí, yo también tengo ese miedo. No hay nada que anhelo más que rendirme al amor. Pero como los gatitos, cuando duermen enroscados y protegen su vientre y su corazón, me asusta abrirme por completo y que justo en ese máximo momento de relajación, me de vuelta para abrazar, la cama esté vacía y un puñal invisible atraviese mi corazón.

Pero también pienso, ¿no somos todos humanos? ¿No experimentamos sensaciones similares? ¿No somos todos capaces de asustarnos y escaparnos del amor? ¿Tememos por lo que haga el otro o por lo que podríamos hacer nosotros?
Lo que sé es que es hora de dejar atrás los miedos. Es hora de confiar, como los recién nacidos, en la fortaleza de los brazos que nos ofrecen contención.
Creo que no hay nada que supere la sensación de amar y ser correspondido.
Me despido acá, ansiosa por leer más sobre tus relatos en Rusia y Lituania y por saber cómo percibiste vos las formas de amar en esos países lejanos.
Beso,
Cari

¡Compartilo!

En esta nota:

SEGUIR LEYENDO

#Hashtag

#Hashtag


por Juan Ghilglione

La despedida: nostalgia de un nuevo comienzo

La despedida: nostalgia de un nuevo comienzo


por Carina Durn


 RSS

NOSOTROS

DESCUBRÍ

Términos y Condiciones


¿Cómo anunciar?


Preguntas frecuentes

Copyright 2025 SA LA NACION


Todos los derechos reservados.

QR de AFIP