Anoche me senté a leer los comentarios de todos. Recién a las 12 y media pude parar y probar si el vecino generoso tenía su router conectado.
Les cuento que finalmente di de baja todos mis servicios con Telecom y hoy me vienen a instalar Telecentro. Ojalá funcione mejor.
Me quedé muy sorprendida con algunos puntos de vista que me dejaron escritos ayer.
Sobre todo con esos que decían lo aburrido de este blog. Que ya debería "move on" con el tema de la separación.
Quiero que sepan que escribir un post diario en un medio masivo no es tarea sencilla. No siempre tengo ganas de hablar, y mucho menos cuando estoy mal. Además, es muy difícil resumir toda la vida cotidiana en unas pocas palabras. Que se entienda, que todo tenga sentido y que nunca falte información.
Los procesos internos, los malos entendidos y las confusiones son moneda corriente.
Estoy tomando este tiempo de alejamiento con Nicolás, bastante pacífica maduramente.
Muchas veces me dicen y repiten "Cuándo vas a sentarte a hablar?"
En los últimos meses hablamos mucho! Hablamos solos, en terapia, en el sexólogo...
A qué se refieren con sentarse a hablar? Creen que falta charla? Profundidad de charla? De verdad estoy preguntando, eh?
En estos días en los que, además de la distancia emocional, hay una ausencia física, estoy replanteándome muchos asuntos. Estoy triste, pero a la vez me siento fuerte. Me di cuenta, gracias a comentarios que me hicieron ustedes mismos la semana pasada, de que puedo sola con esta casa y esta familia.
Que no es lo que soñé, pero es lo que me toca en este momento.
Le agradezco enormemente el apoyo, son lo más.
Y lamento no estar, a veces, a la altura de las circunstancias.