Saliente, Fase II

El lugar era increíble y El Chico y yo teníamos un cuarto perfecto con una puerta ventana que daba a un patio interno con aljibe (cerrado) y todo. Los dueños de casa, amigos del Chico de toda la vida, de lo más simpáticos pero tengo que confesar que me sentí un poco rara sabiendo que ella es muy amiga de la ex. De hecho, había una foto en ese mismo campo sacada hace años donde aparecían todos juntos. Asumo que siempre estuvo ahí en ese marco plateado sobre la chimenea. Todo el tiempo había gente cerca así que no podía acercarme a mirarla con detenimiento como estaba tentada de hacerlo. Parecía de película, cada vez que yo me acercaba, entraba alguien al living y yo tenía que disimular.

El resto de las mujeres del grupo no eran particularmente simpáticas ni entretenidas; la mayoría corría detrás de los chicos y tenían largas discusiones acerca de los colegios. Cuando digo largas digo LARGAS. Yo quedaba un poco fuera y terminaba por sumarme a los hombres, que entre ustedes y yo, eran bastante más divertidos que estas minas.

En un momento alguna atinó a preguntarme qué hacía y cuando empecé a contarle de la agencia me miró con mirada perdida mientras alzaba a su hijo, le acercaba la nariz a la cola verificando el estado del pañal y comprobaba que había que cambiarlo.

-Ah, mirá que interesante. Súper divertido, ¿no?

Sí, sí. Súper divertido. La vi desaparecer a la casa dejando un halo de olor a pañal podrido detrás.

No creo que haya sido intencional ni mucho menos. Yo era simplemente la outsider en un grupo de casados con hijos que se conocen hace siglos. Va a ser complicadito insertarme pero supongo que ya atravesé el primer obstáculo de la presentación inicial. Digamos que estoy en algo así como en estado de "Saliente, Fase II".