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San Juan, las estrellas de Barreal

Contemplación y aventura se complementan en la apuesta turística del departamento Calingasta, en el sudoeste de la provincia, con una vista privilegiada de la Cordillera




BARREAL.- Sugerencias para tener en cuenta si ve un puma: obsérvelo; agrupe a los niños; si se encuentra a corta distancia, no corra, agite los brazos y una prenda de vestir sobre la cabeza; si el animal se vuelve agresivo, grite fuerte y defiéndase enérgicamente. Los consejos en la entrada del Parque Nacional El Leoncito no fueron por suerte necesarios. No se vieron pumas, mucho menos leones, apenas un chinchillón. Porque las estrellas del parque son otras: inmensas, se ven chiquitas y están en el cielo.
Este parque es uno de los mayores atractivos de Calingasta, departamento en el sudoeste de la provincia, cuyo pueblo Barreal centraliza el movimiento turístico. La protección del parque garantiza las virtudes atmosféricas de la región, una de las mejores del mundo para observar astros. Sólo una visita nocturna permite entender de qué se trata.
Pero el primer recorrido por el Complejo Astronómico El Leoncito puede hacerse de día. La gran cúpula blanca del observatorio principal sorprende tanto como el radiotelescopio brasileño, que tiene un cobertor de múltiples caras y sirve para estudiar la superficie del sol.
El lugar se mantiene casi en silencio durante la mañana, cuando la mayoría duerme, porque trabaja de noche. La visita guiada dura unos 30 minutos e incluye el interior del observatorio, cuyo telescopio sorprende con un espejo de 40 toneladas y 215 cm de diámetro. Para ver las estrellas, la propuesta es volver a última hora o pernoctar dentro del complejo.
Una buena opción para disfrutar de los atractivos terrestres del parque nacional durante el día es una cabalgata por el pedemonte. Desde el Rancho de Abajo, que está dentro de las 76.000 hectáreas protegidas, se parte con cascos de equitación en busca de un cerro con buena altura para disfrutar de la vista de la Cordillera.
El camino en ascenso le da un toque de aventura a un circuito que, con caballos que salen en fila y conocen el trayecto de memoria, es básicamente de contemplación. A lo lejos se disfruta de la principal montaña de la provincia: el cerro Mercedario, de 6770 metros, también conocido como el Centinela de Barreal.
Para una cabalgata más extrema, desde aquí se puede seguir la ruta sanmartiniana del valle de Los Patos, tras las huellas del Libertador. Se trata de un circuito de seis días, a diferencia de esta propuesta, que dura 75 minutos y es un placentero descanso en movimiento.
Entre el verde de las jarillas, los cojines de Maihueniopsis glomerata -o leoncitos, como les dicen a estos arbustos en la zona, por eso el nombre de la región- y el polvo que se levanta, el recorrido alcanza una antigua cantera de piedras talladas a mano. Sólo en el último tramo se vuelve muy activo, por el descenso abrupto y el extenso galope de la recta final: los caballos quieren volver y aceleran el paso.
Ramón es quien lleva la cabalgata y su hermano Diego se ocupa del asado, para comer junto a los álamos, con la vista de los cerros desde el inmenso patio de la casa.

Manto quebrado

En el mismo día o al siguiente se puede visitar el Barreal Blanco, a 15 minutos del observatorio, también conocido como Pampa del Leoncito. Es como un rompecabezas de 12 por 5 kilómetros, con todas las piezas encastradas, que se ve como un manto beige a un costado de la ruta 149. Su suelo está resquebrajado, y es aún más seco que los labios, que desde el principio del viaje por la zona piden urgente manteca de cacao.
El lugar suele estar vacío, aunque muchas veces, sobre todo en temporada alta, se puede encontrar a personajes locales como don Rogelio Toro. El hombre propone dar unas vueltas por la planicie con sus carros a vela, actividad que se volvió turística hace más de una década, cuando dejaron de realizarse allí competencias de esta actividad deportiva.
"Muchos viajeros llegaban a Barreal preguntando por los carros, que los habían visto en fotos. Como aún teníamos los vehículos que usábamos en carreras por el país, empezamos a ofrecer el servicio", recuerda Toro, de 67 años.
Para dar una vuelta con él por el Barreal Blanco hay que llamarlo a su casa, donde guarda y arregla sus siete carros. En competencias, el hombre utiliza velas más livianas y con alunamiento, mientras que en plan turístico lleva, de repuesto, una de cinco metros de alto por si hubiera poco viento. Una vez en la planicie, es cuestión de esperar que sople. El viento suele alcanzar unos 30 kilómetros por hora y puede superar los 80.
En la misma pista natural donde aterrizó Raúl Alfonsín, durante su presidencia, para inaugurar el observatorio.
Nuevamente en el pueblo, es posible quitarse el polvo, descansar un rato, aprovechar la oferta gastronómica (hay una decena de opciones) y caminar por la plaza San Martín. Es ahí donde se realiza en febrero la Fiesta de los Enamorados. La pequeña urbe cuenta, además, con el Paseo de los Enamorados, calle arbolada con una extraña estatua de Cupido. El circuito romántico se completa con la luna, nuevamente en el Leoncito.

Volver tarde

Un telescopio de 35 cm de diámetro les permite a los visitantes ver objetos celestes: planetas, estrellas dobles, galaxias, cúmulos estelares... La propuesta es al aire libre y el observatorio está a 2552 metros sobre el nivel del mar, de manera que es imprescindible llevar abrigo. En invierno, la temperatura puede llegar a -10°C. Claro que las lluvias son escasas, incluso hay unas 280 noches por año completamente despejadas.
La observación (ver recuadro) comienza al atardecer, o cerca de las 22 cuando uno opta por quedarse a comer. En esos casos, el espacio del comedor se comparte con los técnicos y astrónomos, que no suelen verse demasiado en la visita más tradicional. Como se trata de un lugar de investigación y trabajo en altura, no están permitidas las bebidas alcohólicas.

Rápidos y no tanto

El río de los Patos cruza de Sur a Norte el departamento Calingasta. Es ancho en gran parte de su recorrido, de hasta 40 metros, pero en algunos tramos se hace angosto y es entonces cuando se vuelve divertido. Los rápidos alcanzan el grado III, que en la jerga del rafting significa que son lo suficientemente veloces como para mojarse un poco, sentir adrenalina y tal vez caerse del bote, pero con un nivel de riego muy bajo.
Esta propuesta de rafting es la más requerida por los visitantes, aunque pocos lleguen buscando bajar el río con un gomón. La actividad no es muy conocida en la provincia: el rafting en Cuyo suele asociarse con Mendoza. Pero esa imagen está cambiando, sobre todo con la difusión en el aeropuerto de San Juan, con una gigantografía de rafting entre cañones. Esta propuesta por el río de los Patos dura casi una hora y media y atraviesa también un cañón, a los pies de la Cordillera de Ansilta.
Hay una opción más familiar, especial para ir con niños desde 4 años. Dura 45 minutos, tiene un nivel de dificultad mínimo y es casi un paseo. Por algo Sergio Hernández, organizador de la actividad, lo llama el baby rafting. La tercera excursión que ofrece es de todo el día, con nivel de dificultad lll y una parada para almorzar, prácticamente debajo de una cascada.
Por Martín Wain
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Observación nocturna

"Aquí se estudia la composición química de las estrellas. Lo que nos interesa es la luz", explica Claudia, la guía turística del complejo, apenas enciende el telescopio. La visita nocturna puede durar varias horas. "A veces terminamos al amanecer, depende de la curiosidad de los visitantes", agrega. La claridad sobre El Leoncito es extraordinaria. Por eso la zona fue declarada Reserva Astronómica en 1979 y hoy es una referencia mundial en materia científica. Ofrece el servicio de observación para investigadores, quienes por lo general pasan de tres a catorce jornadas. Los turistas pueden quedarse a dormir, aunque sólo una noche.

DATOS UTILES

Cómo llegar

  • LAN: la aerolínea ofrece hasta cinco frecuencias semanales de Buenos Aires a San Juan. Tarifas, desde $ 531, con impuestos incluidos. 0810-9999-526. www.lan.com
  • Entre San Juan y Barreal hay unas tres horas de viaje en auto y cuatro en ómnibus. La compañía El Triunfo tiene dos frecuencias diarias y cobra $ 36 el pasaje. En la terminal de San Juan: (0264) 4214532.

Qué hacer

  • Parque Nacional El Leoncito: A 34 km de Barreal, se puede acceder desde el norte por la ruta provincial 412, que pasa por Barreal, o por la misma ruta desde el Sur, desde Mendoza. Contacto: (026) 48441240. elleoncito@apn.gov.ar
  • Complejo Astronómico El Leoncito: las visitas diurnas pueden realizarse concurriendo directamente al complejo. Horario: de 9 a 12 y de 15 a 17. Precio: $ 10. Para la atención nocturnas, consultar tarifas y horarios: (0264) 4213653/4273653; kdominguez@casleo.gov.ar. Oficinas en San Juan, Avda España 1512 sur.
  • Observación y cabalgata: la agencia Explora Parques ofrece, entre sus propuestas, una visita diurna al observatorio, cabalgata, trekking y observación nocturna, ida y vuelta desde Barreal. Desde 160 pesos por persona. (0264) 5032008/5022552. www.exploraparques.com.ar
  • Don Toro Carrovelismo: (0264) 156717196. dontoro.barreal@gmail.com
  • Rafting en río Los Patos: el baby-rafting, $ 60 por persona; La Junta, $ 120. Día completo, $ 250. Contacto: (0264)155307764 o (0261) 155514232 y barrealrafting@gmail.com

Dónde dormir

  • El Acruz Apart Hotel Barreal, desde $ 200 para dos personas. 0264-15502-1211. info@ducher.tour.ar

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