Si tengo un único enemigo mortal en mi vida, una fiera que atenta contra mi felicidad, mis logros y cualquier cosa a la que aspire, es mi inconstancia. Soy la mina más inconstante que conozco. Todo lo que empiezo con entusiasmo (y éxito, eso es lo peor) lo termino abandonando por uno u otro motivo, más tarde o más temprano.
-¿Pero cómo se hace? Decime cómo se hace…
-Se hace, Sofía, se hace. No se le da más vueltas al tema y se hace. Sin pensar tanto.
Supongo que no tiene más misterios que eso y sin embargo para mí es casi imposible. Teatro, Pilates, ondas rusas, el curso de francés de principio de año, yoga, hacer la cama todas las mañanas, pintura, desayunar sano, comer más fruta, llegar más temprano a la agencia, ahorrar para comprarme un auto y así una lista de cosas que empiezo en algún momento con total entusiasmo y después no puedo sostener. Fue otra de las grandes reflexiones cumpleañeras: la inconstancia que rige mi vida.
Y no estuvo tan buena.
Tengo esta idea muy metida de que no puedo dejar que me gane esta batalla, que si bien no es tarde, no tengo tanto crédito; porque si pierdo en esta, pierdo en una muy importante: mi vida. Busco tips para ganarle a la inconstancia, busco experiencias ajenas que puedan sumar, busco gente que aprendió a vivir mejor. ¿Alguien por ahí?