Se vislumbra otro año de crecimiento para la maquinaria

Según Mario Bragachini, 2008 será otro buen año para el sector, motorizado por el liderazgo del país a nivel mundial

24 de febrero de 2008

HORÓSCOPO SEMANAL

TENDENCIAS MODA

NAIL ART

NAVIDAD

CEJAS Y PESTAÑAS

En 2008, el sector de maquinaria agrícola podría volver a registrar un crecimiento en sus inversiones y exportaciones. Sin embargo, según Mario Bragachini, coordinador del Proyecto Precop del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), en el período 2008/2009 podría ocurrir una depuración de fábricas, produciéndose fusiones y asociaciones tendientes a mejorar el aprovechamiento de los recursos humanos y económicos.

La excelente performance de la Argentina en la producción granaria es sustentada en parte por la eficiencia aportada por la maquinaria agrícola y la agricultura de precisión. El caso más emblemático es el de la soja, cuya cosecha culminó en la campaña pasada con un rinde promedio nacional de 3 t/ha, un valor similar al obtenido por Estados Unidos y Brasil.

Con este panorama, Bragachini anticipó que 2008 será un buen año para el sector y recordó que 2007 concluyó con algunos rubros mejores que otros, registrándose un volumen total de facturación en el mercado interno de 1050 millones de dólares en 2007, contra los 930 millones de 2006 (lo que significa un aumento del 13%).

"Sin duda, el mercado del tractor fue el que más evolucionó, con un crecimiento en la inversión en 2007 del orden del 51% respecto del 2006. Por otro lado, el mercado de cosechadoras creció un 30%, el de cabezales maiceros un 30%, el del cabezal girasolero un 20%, y en pulverizadoras autopropulsadas la variación fue positiva en un 15%", destacó Bragachini.

En contraste, en el caso de las pulverizadoras de arrastre, según Bragachini éstas cayeron estrepitosamente sus ventas marcando una reducción del 46% en el último año.

Por otra parte, el especialista agregó que las ventas de sembradoras de siembra directa se incrementaron un 33%, en tanto algunos otros rubros, como los equipos de forraje conservado quedaron igual, o inclusive, por debajo de los valores obtenidos el año anterior.

Precisión y eficiencia

También el mercado de componentes de alta tecnología aplicadas a la agricultura de precisión evidenció un gran crecimiento, al igual que el de los equipos de riego, que se incrementó un 60% respecto de 2006.

Pero como nunca hay que confiarse con que la vaca está atada, Bragachini recomendó al empresariado local que "esté informado, capacitado y formado para encarar mercados competitivos, y uno de los principales factores es conocer la demanda para satisfacerla de manera competitiva con buena asistencia productiva, asistencia técnica y repuestos".

Según el experto, el mundo demandará en el futuro maquinaria agrícola más precisa, eficiente, automatizada, sensorizada y autorregulable, con mayor incorporación de inteligencia electrónica y desarrollo de comunicación y transmisión de datos en tiempo real.

"La maquinaria agrícola del futuro será más segura y ergonómica para el operador, menos contaminante, mas conservacionista de los recursos naturales, con mayores prestaciones de trazabilidad de sus operaciones y con mejor tratamiento de la producción para preservar la calidad de los alimentos", explicó.

Además, las máquinas del futuro estarán construidas con materiales más livianos y en muchos casos biomateriales (biodegradables), utilizando como energía biocombustibles puros o en mezclas, en todos los casos cumpliendo con normas de polución internacionales.

El desarrollo de la mecanización estará orientado hacia una agricultura con crecimiento de la productividad, con sustentabilidad del ambiente productivo, preservando la salud y la seguridad de los operadores de las maquinarias agrícolas. "Quienes no comprendan la demanda global, pueden perder competitividad en el corto plazo", sentenció Bragachini.

No obstante, las empresas "deberían orientarse bajo la premisa de que un mercado importante siempre será el interno, aunque un 20 a un 25% de la facturación debe estar representado por el mercado de exportación".

Líder en el rubro

Es que, a diferencia de esos países, en la Argentina el 30% del área de soja se siembra en doble cultivo (trigo/soja), lo cual aumenta la productividad de la agricultura local, "colocando a nuestro país como el de mayor rendimiento promedio de soja de primera y el de menor costo de producción del mundo", destacó Bragachini.

En este contexto, "vale aclarar que el 98% de la siembra se realiza con máquinas argentinas, al igual que la aplicación del 90% de los agroquímicos y fertilizantes, con un protagonismo cada vez más relevante la industria nacional de cosechadoras", agregó.

Cabe recordar que el sector de la maquinaria agrícola inició un crecimiento sostenido en 2001 (pico de la crisis económica), en gran parte sustentado por el crecimiento productivo y cualitativo de la agricultura, que en 5 años aumentó su producción de granos en un 43,9%, pasando de 66 millones de toneladas en el 2002/2003 a 95 millones de toneladas en la pasada campaña 2006/2007, un récord histórico.

"El éxito productivo logrado de manera sustentable en la agricultura argentina se consiguió con un 65% de máquinas nacionales, constituyendo un know how del conocimiento de alta tecnología, con un valor agregado muy valioso", destacó el especialista del INTA.

Este valor agregado se plasmó en un importante aumento de las exportaciones de maquinaria y agrocomponentes del 42% en el año 2007, en comparación con el ciclo anterior. De hecho, el fuerte crecimiento de los envíos al exterior comenzó en el período 2005/2006, con un brusco aumento del 81%, sustentado por la firma de un convenio de exportación entre los gobiernos de Venezuela y la Argentina por 500 millones de dólares a ejecutar en 5 años.

Paralelamente, la Argentina posee otras cartas de presentación, como el hecho de poseer el título de segundo país en el mundo en adopción de tecnologías de Agricultura de Precisión, después de EE.UU. y la nación de mayor desarrollo y fabricación de equipos electrónicos de "mecatrónica aplicada al agro".

En la práctica, para Bragachini esto significa que "las máquinas argentinas no sólo son competitivas por costo, sino que poseen los últimos adelantos tecnológicos demandados por los mercados más exigentes, como Europa occidental -donde ya hay más de 30 sembradoras de siembra directa argentinas trabajando- o Rusia y Kazakhstán".

¡Compartilo!