
Qué tristeza enterarme que, para los tiempos que corren, aún hay persecuciones y críticas violentas a quienes son homosexuales.La agresión del sábado a una pareja de chicos en una fiesta de Buenos Aires me parece inaceptable y condenable, mucho más viniendo de jóvenes. ¿Acaso no somos los responsables de hacer que el mundo sea un lugar más pacífico y mejor? Y diría que todo es algo más terrible en la época del año que estamos viviendo como es Pascuas. Creo mucho en Dios y la historia de Cristo me sensibiliza especialmente. Incluso quitando el lado religioso del medio, me parece que fue un gran hombre y que morir en nombre de la humanidad que lo estaba condenando es un gesto de generosidad único, mucho más de la forma terrible, humillado y destrozado, como fue ejecutado.
Desde muy chica tengo contacto y trabo amistades con gays, mucho más por mi trabajo, y hasta escribir esta idea me parece superficial y que este contexto me obliga a hacerlo porque la realidad es que no estoy pensando en mis amistades según su inclinación sexual o la mía! Me da igual, es un parámetro como el color de pelo o la altura de la persona. No saco la cuenta de cuántas amigas rubias tengo... De la misma manera, y ahora que lo pienso, muchas colegas son lesbianas y muchos diseñadores, estilistas y hombres del ambiente son gay, quizás por esto la homosexualidad no es un tema tabú ni tampoco un monotema: si existe o no es corriente, como la heterosexualidad, a nadie le importa la preferencia sexual de quien tiene al lado. Y hoy, lejos de mi país y al ver situaciones tan crueles como las del sábado, entiendo por qué me siento tan bien cuando la libertad de acción y expresión es eso, libertad y nada más. Y no miedo, vergüenza, tristeza, violencia, golpes, gritos, noticia, horror. Todos celebramos el último couture de Karl Lagerfeld para Chanel, desfile que cerró con dos mujeres vestidas de novias y cada una llevando de la mano a una chiquita. Un símbolo de paz que en el mundo de la moda se interpretó como un apoyo a la gran puja que hay hoy en Francia para legalizar el matrimonio gay. Porque aquí puede haber disidencia pero no veo que corra sangre.
Una vez, una colega obsesionada por entender por qué en el mundo de la alta moda se daba de encontrarnos con muchas parejas homosexuales, me contó su teoría: "Bueno, no es tan raro que haya tantas modelos lesbianas. Vivimos rodeadas de mujeres, todas son hermosas, nos cambiamos desnudas frente a ellas, nos ayudamos a vestirnos, hay épocas en las que no te cruzás con un hombre heterosexual ni por casualidad... Entonces es normal que te empiecen a interesar las mujeres, es la opción". Su reflexión me dejó pensando, quizás tenía razón, quizás habría un factor determinante por estar rodeada de tantas mujeres. Pero la idea dejó de convencerme a los minutos, porque siempre creí, quizás equivocada, que la sexualidad es mucho más compleja, no depende en principio de la belleza física del otro, es profunda y hasta previa, que no es una moda, y pensé que quizás esta querida amiga necesitaba de alguna manera justificar o entender su posible inclinación hacia las chicas, aunque nunca me lo confesó ni yo se lo pregunté.
Creo que uno conoce bien o bastante bien su sexualidad y si no está reprimida dudo que por pasar tiempo con muchas mujeres uno se sienta mas atraída a ellas, por lo menos no me pasó ni creo que me pase porque me enloquecen los hombres, pase o no tiempo con muchos de ellos. Y porque paso mucho tiempo rodeada de las más lindas del mundo y las admiro, pero punto; vuelvo a casa pensando en las cosas que le haría a mi chico.
Pero, el mejor análisis que creo que puedo hacer es no hacer estos análisis. Al margen de que no me corresponde, tampoco me interesa desentrañar lo que no creo que haya que desentrañar. Celebro la diversidad, el respeto de todos para con todos y la libertad de vivir nuestras vidas de la forma que más feliz nos haga, intentado también hacer felices a los otros. De eso se trata.
¡Les deseo unas muy felices Pascuas!

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