PUNTA DEL ESTE.- Es el sello de esta temporada en los mejores restaurantes. También, es lo que buscan los visitantes cuando quieren ser tratados como reyes: la gastronomía personalizada, un concepto que implica, por ejemplo, que la carta de platos ofrecidos no existe. O bien es sólo una sugerencia. Mai dire non c e. Chieda al cuoco , advierte el menú de Roma Amor. Significa: Nunca le diremos no hay. Pídaselo al cocinero .
"Si tenemos la materia prima, lo podemos hacer. Aquí todos nuestros platos se elaboran en el momento. No tenemos salsas preparadas, sino que cortamos el tomate en el momento y para cada plato", explica Donatella, la propietaria del restaurante con estilo mediterráneo que se levanta en la zona de San Rafael, junto al hotel La Capilla.
No sólo es la propietaria. También es quien amasa la pasta, controla cada detalle de lo que se prepara en su cocina, recibe afectuosamente a los invitados con un abrazo y los llama por su nombre.
"A la gente le gusta que la traten bien. Que conozcan sus gustos y preferencias, que uno cocine para ellos con afecto. Tengo una familia de clientes que todos los años vienen y la nietita, cuando llega, viene corriendo y me pide entrar en la cocina para amasar junto conmigo los ñoquis que va a comer", cuenta Donatella, divertida.
Con unos cien cubiertos, en cómodos livings blancos, armados en torno de una gran piscina azul, el restaurante trabaja con gran demanda tanto por las noches como al mediodía.
También, slow food
El slow food es una tendencia que surgió a fines de los 80, pero que se expandió en todo el mundo en los últimos años. Los restaurantes que adhieren a esta filosofía están identificados con un caracol y se promocionan como la antítesis de los fast food.
Este verano, el slow food también hizo pie en Punta del Este, más precisamente en el ingreso a La Barra, donde Ricardo Eguía tiene su restaurante Nonna Queta.
Eguía también es el responsable de la cocina y ahí prepara las recetas que aprendió de su abuela. "Acá si me pedís ravioles con salsa, los amasamos y cortamos el tomate para vos", detalla.
Según explica, ahí la verdura que se sirve se compra en pequeñas huertas de la zona, la carne y el pollo, a productores que crían a los animales sin alimento balanceado. Asegura que el pescado se compra a diario a pescadores artesanales locales.
Como para sentirse mimados.
De una enviada especial