"Soy Sawyer, el de al lado es Jack..."

El conductor radial de Gente sexy fantasea con un vuelo a lo Lost

8 de mayo de 2011

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CEJAS Y PESTAÑAS

-¿Sacó alguna vez la cuenta de cuántos kilómetros recorrió?

-La verdad es que nunca lo hice. La razón es simple: soy pésimo calculando distancias. Sólo sé que viajé mucho y que me encanta hacerlo.

-¿Y cuántos países visitó?

-Supongo que, como mínimo, diez.

-¿Es cierto que se altera un poco cuando viaja? ¿Que anda descalzo y despeinado por ahí? ¿Y que no se baña todos los días?

-Despeinado ando siempre, en el microcentro porteño o en Berlín. Descalzo, sólo dentro del hotel. Y siempre bañadito.

-¿Mochilero o valijero?

-Valijero.

-¿De qué se toma vacaciones?

-De mi cabeza en modo laboral.

-¿Viajando se le iluminó alguna idea?

-Siempre la misma, la de quedarme a vivir en el lugar en el que me encuentre.

-¿La mayor intoxicación viajera?

-En Phoenix, Arizona. Mi estómago se negó a seguir comiendo el siempre saludable menú norteamericano y me hizo pasar un mal momento. O dos. O tres.

-¿Qué es lo que más disfruta de Migraciones al ingresar en Estados Unidos?

-Que, pese a mi rostro, los oficiales no encuentren explosivos en mi valija.

-¿Cuál sería su último pensamiento si su avión se viniera en picada?

-OK, yo soy Sawyer; el de al lado es Jack, y la señorita que está sentada dos filas más atrás es Kate.

Clemente Cancela es periodista. Por estos días conduce junto a Martin Lypzic Gente sexy, de lunes a viernes, de 10 a 13, por FM Blue 100.7

ENTREVISTAR A MICHAEL MOORE, CAIGA QUIEN CAIGA

Siempre recuerdo cuando, cubriendo para CQC el Festival de Cannes en 2004, busqué a sol y sombra a Michael Moore, que entonces presentaba Fahrenheit 911. Era la figurita difícil del evento y nadie daba con él para entrevistarlo. Pasaron los días y descarté la posibilidad de su presencia en mi informe porque, a las claras, tenerlo se había convertido en una utopía.

Hasta que en la última noche salí con mis compañeros a cenar y, de puro obsesivos, llevamos la cámara, sólo por las dudas. Nunca olvidaré cuando, perdidos entre la muchedumbre que salía de un estreno, el camarógrafo dijo, como si nada: Mirá, Michael Moore. Y ahí estaba, enorme, sentado, esperando a alguien que no era yo. Pero eso mucho no me importó. El resto de la historia se vio en CQC.

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