Tokio

Como les conté el viernes pasado, hoy iba a postear el video que hice caminando por París, mostrándoles los negocios que más me gustan, más el desfile y el backstage de Jean Paul Gaultier....pero hubo un cambio de planes.

Lo que está pasando en Japón me afectó bastante porque tengo muchos amigos japoneses y voy una vez por año a trabajar a Tokio. De hecho, debería haber ido hace poco pero no pude ir porque se me superpusieron trabajos. Si bien no hay mucho que yo pueda llegar a hacer para cambiar la realidad de hoy, y, seguramente, las catástrofes sigan sucediendo, me gustaría dedicar mi post a contarles mi relación con ese increíble país (quizás como un súper humilde homenaje a las victimas del terremoto y el Tsunami).

Tokio es mi ciudad favorita en el mundo. Desde el primer dia que pisé esa ciudad me enamoré de la gente, de sus costumbres y de la forma particular en que está organizada la ciudad. La gente es súper trabajadora, extremadamente profesional pero también muy cálida y generosa. Los japoneses son muy "estéticos", les encanta el diseño en todas las formas y la moda es casi una obsesión. Sin embargo, a diferencia de muchos otros países, encaran la moda con un profesionalismo increíble. Por ejemplo, llegar cinco minutos tarde a una producción de fotos es una ofensa enorme para los japoneses, y se encargan de demostrártelo descontando del salario los minutos perdidos!

En cada viaje a Tokio, aprendí como organizarme al "estilo japonés", cómo ser más eficiente y sobre todo, que siempre se puede trabajar un poquito mas!! La disciplina que tienen es sorprendente y, a veces, me ha chocado mucho el compromiso con el que encaran el trabajo porque puede parecer una obsesión.

La ciudad tiene un ritmo de vida muy agitado. Recuerdo que mis primeros días en la ciudad, me costaba adaptarme, porque vivía adelantada doce horas con mi familia en Buenos Aires, sumado al idioma (no entendía nada), por momentos me sentía totalmente perdida como en "Lost in Translation" (Perdidos en Tokio) la película de Sofia Coppola. Cuando recorro las calles de la ciudad toda iluminada, observando la gente que no para un segundo, me genera una sensación de estar viviendo un sueño.

Mis agencias y la gente con la que trabajo siempre me hicieron sentir como "en casa" y muy cómoda. Gracias a su contención y a la seriedad con la que se toman el trabajo, mis ganas de volver a Tokio todos los años fueron aumentando. Son muy respetuosos y jamás me animan a hacer algún comentario que pueda llegar a sonar remotamente fuera de lugar.

Tienen un respeto por las modelos que no es común en el resto del mundo. Te hacen sentir una verdadera princesa, pero al mismo tiempo, esperan que trabajes muy duro, quizás más de catorce horas por día.

Me encantan los diseñadores japoneses como Issey Miyake, Yohji Yamamoto y Commes des Garçons, entre otros. Adoro el estilo que tienen, su creatividad y, por sobre todo, la perfección que le aplican hasta el último detalle. Son sumamente exigentes y eso se nota. Cuando comprás una prenda japonesa de buena calidad, hasta el último botón esta en el lugar correcto!

El mundo de la moda en Japón me ha tratado muy bien. Les dejo algunas tapas que hice para revistas japonesas.

Admiro a los japoneses por su calidez, por su respeto y por su cultura de trabajo. Además, siempre me han hecho sentir muy bien. Japón esta viviendo su peor crisis desde la segunda guerra mundial. Estoy segura que esa misma cultura del esfuerzo los va a ayudar a salir de este momento horrible. Fuerza!!

Besos,