SANTA CLARA (De una enviada especial).- Uno de los encantos de Cuba es la perfecta combinación de las maravillas naturales con la historia de sus ciudades y la rica cultura de sus pueblos.
En Villa Clara, en el centro de la isla se encuentra San Juan de los Remedios de la Sabana del Cayo, la octava villa fundada en Cuba por los españoles. Instituida el 24 de junio de 1545, Remedios es una de esas ciudades repletas de historias y leyendas, relatos que trasladan a los visitantes a los comienzos de la época colonial cuando sufrían ataques de corsarios y piratas de todas las naciones enemigas de España.
Su centro urbano fue declarado el 7 de marzo de 1980 monumento nacional. Su plaza es la única del país con dos iglesias: la de Nuestra Señora del Buen Viaje y la Parroquial Mayor de San Juan Bautista, que cuenta con un altar enchapado en oro y la escultura que representa a la Inmaculada Concepción embarazada, la cual se dice es única en el mundo. Pero si hay algo que caracteriza a Remedios son sus conocidas Parrandas, que se realizan el 24 de diciembre. Junto al Carnaval de Santiago de Cuba y las Charangas de Bejucal, las Parrandas son consideradas las más importantes y genuinas festividades tradicionales cubanas.
La Perla del Sur. Al sur de la región central de Cuba, con costas al mar Caribe se encuentra Cienfuegos, cuyo centro histórico fue declarado recientemente Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. La ciudad es heredera de una arquitectura de gran influencia francesa en la que sobresalen edificaciones de estilos diversos sobre un trazado urbanístico que la confirma como la Perla del Sur. Cienfuegos cuenta, además de un aeropuerto internacional, con una red vial que permite el traslado por todo el territorio y una entrada marítima.
Como todo buen cubano, los cienfuegueros aman la música. Cada 22 de abril se organizan los festejos por la fundación de la ciudad como Villa de Nuestra Señora de los Angeles de Jagua. En septiembre se celebra el Festival Internacional Benny Moré, en honor a quien fue uno de los más grandes exponentes de la música cubana, hijo ilustre de Santa Isabel de las Lajas, y como si fuera poco sirve de sede para el Festival del Danzón.
Una ciudad-museo. Detenida en el tiempo, así se presenta Trinidad, la ciudad-museo enclavada entre el mar y la montaña, en el sur de la provincia Sancti Spíritus. Declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco al igual que Cienfuegos, la antigua Villa de la Santísima Trinidad (fundada en el siglo XVI) ofrece un panorama arquitectónico de la colonia cubana y de América, cuyas calles adoquinadas y colores vivaces recuerdan a ciertos pueblitos de nuestro norte.
A diferencia de otras ciudades, en Trinidad los extranjeros son abordados sin respiro por los lugareños, con pedidos de lapiceras, artículos de perfumería, dinero, ropa o lo que les atraiga de lo que uno lleva consigo. Son muchos los cubanos que no miran con buenos ojos esta forma de actuar de sus hermanos. Algunos se animan a decir que prefieren vivir de lo que piden que del trabajo mismo.
Otro de los puntos interesantes para visitar y que se encuentra próximo a Trinidad es el parque Topes de Collantes, que esta dividido en seis parques: Guanayara, Codina, Altiplano Topes de Collantes, El Cubano, El Nicho y, en pleno caribe trinitario, Cayo Las Iguanas. Todos cuentan con programas ecoturísticos y con atractivos naturales, como los saltos de agua.