Un fin de semana con opciones como para un mes

Refugio de andariegos, en Rosario se puede transitar por la costa unos ocho kilómetros o unir los parques por medio de largos trayectos a pie: es la ciudad argentina con más espacio verde por habitante (10,4 metros, según un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo).

Pujante y ecléctica, no hace tanto fue tocada por la varita mágica del llamado boom de la soja, rodeada de campos del monocultivo, a 35 minutos del puerto de San Lorenzo desde donde parte el 75 por ciento de la exportación de granos del país. Lejos quedaron los tiempos de la Chicago argentina: hoy se descubre linda como en su época de oro, para recorrer a pie o en bicicleta todos los días, pero más aún los fines de semana, cuando el bulevar Oroño o la Costanera se hacen peatonales.

Posee, además, un patrimonio intangible que se presiente al transitar la avenida Córdoba o la Carlos Pellegrini, o en bares recientemente abiertos como el Sunderland, y que no se acaba en sus referentes ineludibles como Leo Messi, Luciana Aymar, Fito Páez, Lito Nebbia, Lucio Fontana, el Che Guevara, Alberto Olmedo...

Si el viajero alza la vista se sorprenderá con las gigantografías de cuadros de artistas rosarinos dispuestos en las medianeras de los edificios, las cúpulas antiguas y los carteles de antaño.

Son ocho los espacios verdes públicos liderados por el parque Independencia, con 126 hectáreas y 6000 ejemplares de árboles. En el parque España, inaugurado en 1992, los fines de semana se ven cientos de jóvenes en patines o skate; linda con los viejos túneles recuperados bajo el Colegio Español (secundario y terciario), donde noveles artistas exponen su obra.

Un poco más lejos, casi sobre la barranca del río, la estación de tren Rosario Central fue refuncionalizada en la llamada Isla de los Inventos, abierta en 1997. Premiada por las Naciones Unidas, forma parte del llamado Tríptico de la Infancia junto con el Jardín de los Niños y la Granja de la Infancia.

La Isla se recuperó para que los niños interactúen en las salas o fábricas de madera, tela, papel, cerámica, lectura e imágenes. Un sitio donde chicos y grandes (en realidad, no hay límite de edad) pueden familiarizarse con distintos oficios.

Arai Calcagni, coordinadora pedagógica de la Isla, cuenta que se trabaja "con un modelo de kermés o feria, donde todas las actividades están abiertas simultáneamente: se utilizan elementos reales. Así, las cerámicas realizadas decoraron la Sala de Pediatría del hospital; se trata de encontrar destino a la producción evitando el concepto de suvenir".

En el casco histórico se encuentra el Monumento a la Bandera, inaugurado el 20 de junio de 1957: ofrecen una visita guiada nocturna que lo vuelve aún más atractivo. Sobre la Costanera y el bulevar Oroño, el Museo de Arte Contemporáneo (Macro) posee la particularidad de estar montado en un ex silo. Un poco más céntricos asoman los bares turístico-literarios como El Cairo, inmortalizado por Roberto Fontanarrosa en La mesa de los galanes (recientemente reeditado por editorial Planeta). En estos bares, los rosarinos se detienen a tomar café o una cerveza con un Carlitos, un sándwich de pan de miga tostado relleno de jamón, queso y ketchup.

"Su origen es incierto -cuenta Julia Orselli, guía del Ente Turístico Rosario (ETUR)-. Algunos dicen que lo creó un mozo llamado Carlitos; otros, que cierta vez se quedaron sin mayonesa y recurrieron al ketchup." De sabor agridulce, "no hay rosarino que entre en un bar y no pida un Carlito? Porque nosotros absorbemos las eses, te habrás dado cuenta", ríe.

Por su gran tamaño, el lago artificial con que cuenta, el jardín con rosedal, los juegos mecánicos para los chicos y los dos museos, el parque tradicional más importante es el Independencia. Dentro del mismo predio está el estadio de Newell's All Boys, el hipódromo y la Exposición Rural.

En el Parque Norte, entre otros lugares de la ciudad, funciona la feria de verduras orgánicas los sábados, de 15 a 19, y los domingos, de 11 a 19. Allí se consigue verdura libre de agroquímicos del Programa de Agricultura Urbana, un proyecto de inclusión que transformó baldíos o asentamientos en huertas donde aprender a sembrar y cosechar.

Héctor de Benedictis, secretario de Turismo y presidente del ETUR, afirma: "Llegan casi 36.000 turistas cada fin de semana, el 80% proveniente de Buenos Aires. Un 44% de la ciudad está ocupada por parques y lugares abiertos; pugnamos por un turismo sustentable, ético e inclusivo".

Heladerías antiguas como Esther (este año se celebró la primera Fiesta Nacional del Helado Artesanal), la avenida Córdoba y sus carteles de antaño, el bar del antiguo hotel Savoy reciclado, la casa natal del Che Guevara? Son tantas las postales turísticas de Rosario que primero conviene visitarlas todas para más tarde sumergirse en el aroma del Carlito en un bar menos obvio o dejarse llevar por algún conocido que le cuente la historia del barrio Pichincha y sus rincones: siempre habrá un nuevo misterio para develar.

Sin dejar de dar una vuelta por las ferias como el mercado retro de bulevar Oroño, frontera con Pichincha: ex barrio prostibulario de cabarets famosos como el Telarañas -de donde proviene la famosa stripper Rita La Salvaje-, hoy fue reconvertido en circuito de anticuarios, gastronomía y música en vivo. Otros íconos para recorrer: el barrio Fisherton, el Balneario La Florida y su restaurante Euscariza?

Finalmente llegó el calor y con él la posibilidad de embarcarse en excursiones por el Paraná, comer o tomar algo junto al río. Desde el agua se ven los diversos complejos, grandes edificios que cambiaron la fisonomía de la ciudad, así como el puente Rosario-Victoria, obra de ingeniería descomunal.

Rosario pasó por distintas épocas: de oro, como ciudad portuaria internacional; en algún momento se volvió más aburrida y casi mojigata. Pero la primera ciudad argentina en aceptar el matrimonio igualitario para extranjeros hoy conserva su bohemia y se esfuerza en mejorar su calidad de vida de la mano de la inclusión.

ROSARIO.– Un pequeño listado, siempre arbitrario, sirve de guía para no perderse en la multiplicidad de propuestas gastronómicas de esta ciudad.

Bar Junior: café al paso creado en 1953 y remodelado en 1963, está en manos de la tercera generación de la misma familia y conserva su patrimonio intacto. Espacio revestido de maderas de viraró y fórmica blanca, butacas de madera y cromo, mesas fijas bajas. Aquí se piden los sándwiches que los clientes bautizaron como el Juanchito o la Reina; también, variedades del Carlito. Lunes a miércoles, de 7.30 a 20; jueves y viernes, hasta las 10. Mitre 849, Tel.: 4265993.

Restaurante Poblá de Mercat: Luciano Nanni forma parte de la asociación Rosario Cocina Ideas, agrupación de chefs que junto a la Municipalidad dan forma a la nueva movida gastronómica rosarina iniciada hace más de 10 años con una fuerte inclinación hacia la solidaridad. Augusto Saraco, Alejo Uribe (Room 302), Paco Matar (Loby 360, restaurante del hotel Presidente), Marcelo Meña, son otros de los cocineros de renombre dispersos en la ciudad. Vieiras gratinadas, pulpo a la gallega, buñuelos a la parmesana. Tapas, algo de parrilla. Promedio cubierto, $ 130 por persona. Salta 1424, (0 341) 447 1240.

Restaurante Hereford: frente a Parque Norte, el chef Luca Nicola cocina muy bien pescados de mar, río y la tradicional parrilla en un lugar luminoso y amplio. Todas las semanas cambia la sugerencia de una carta compuesta por parrilla y platos elaborados en partes iguales. El bife de chorizo se puede compartir. Delicioso el dorado a la plancha con sopa paraguaya. Promedio cubierto, $ 130 por persona. Av. Rivadavia esquina Alvear, Tel.: 4395925.

Sunderland Bar: abierto hace dos meses, totalmente restaurado con sus viejos cuadros y su impronta de ayer sin ligarse a la nostalgia, sino más bien todo lo contrario. Para comer bien en estilo bodegón pituco. El chef Damián de Lorenzi cocina chupín de surubí del Paraná ($ 65) y boga a la marinera ($ 72), entre otras especialidades. Hay que reservar. Belgrano 2008, Tel.: (0341) 482-3663.

Heladería Esther: Ovidio Lagos al 900. Pruebe el sabayon hecho con huevos frescos y el helado de frutilla a la crema, con frutillas de Coronda.

Otros restaurantes para tener en cuenta: Estación Güemes, Euscariza, El Oso Sala la Sopa. Más bares: El Cairo, El Riel, El Rich, el Café de la Flor, el bar del hotel Savoy.

Tel.: (0341) 480-223031.