Una dama misteriosa, deseada y difícil

"Esto me parece no muy bueno –observa la señora H, sin quitar la vista de su empanada y sin atreverse a pincharla todavía, aunque habla de la garantía–. Todos los taiwaneses que llegan al país se quejan de esto mismo: conseguir la visa para ingresar en la Argentina es muy difícil, largo y costoso."

Llama la atención. Argentinos de irreconciliables banderas políticas, simpatías futboleras y preferencias de gustos de helado se unen indignados, pero fraternalmente para protestar a coro cuando los oficiales de Migraciones norteamericanos o españoles no los reciben de la manera más amable en sus respectivos aeropuertos. Pero parece que los propios argentinos en algunos casos también pueden ser poco receptivos.

Esto es aún más curioso, y quizás hasta digno de reconsideración por las autoridades competentes, quién sabe, si se tiene en cuenta el rumbo de buena parte de la actual promoción turística argentina. Ante las crisis europea y norteamericana, y la consiguiente baja en la llegada al país de turistas de esas procedencias, no pocos esfuerzos se redirigen por estos días hacia, por ejemplo, los países Bric. Un razonamiento bien lineal indica que tal estrategia promocional debería incluir también un trámite migratorio más ágil y menos frustrante para el turista asiático con ganas de conocer las milongas, las Cataratas y el glaciar Perito Moreno.

"La Argentina es un destino soñado y misterioso para los taiwaneses. Es como una chica hermosa, pero oculta, que todos quieren descubrir", asegura la señora H. Sus palabras serían música para los oídos de instituciones como Destino Argentina, entidad que promociona particularmente el turismo de alta gama en el país y que por estas mismas horas ultima los detalles de la llegada de una delegación de periodistas chinos para las próximas semanas.

"Este es el momento para ser muy creativos", dicen desde Destino, a propósito de una caída del turismo internacional en la Argentina que rondaría el 30 por ciento. Tanto en el porcentaje como en lo de la creatividad coinciden los más diversos referentes del sector, desde hoteles cinco estrellas hasta productores de shows de tango, de estancias premium a restaurantes a puertas cerradas con clientela mayormente extranjera.

"Es cierto que bajó notablemente la cantidad de turistas españoles e italianos, pero hay viajeros de otros países, como Alemania o Gran Bretaña, que siguen viniendo mucho. No sólo por expectativas, sino por reservas concretas, nosotros esperamos una buena temporada alta", aseguran desde un cinco estrellas en Ushuaia.

Mientras se redoblan los esfuerzos para atraer turistas extranjeros, del otro lado del mundo hay quienes querrían responder al llamado, pero el trámite les resulta demasiado engorroso.