Tal vez no es todo lo grande que uno imagina una estancia cerca de Buenos Aires. Pero la Posada de Campo de Mercedes, con ese nombre de puro modesta que es, a 107 kilómetros de la Capital, suple toda esa supuesta pequeñez, con servicio, atención y dedicación a los huéspedes, que se solazan con el parque de 10 hectáreas, la casona de principios de siglo reciclada, con confort y, por sobre todas las cosas, la cocina de Alicia Dreyer, la anfitriona.
Después de atravesar la avenida de árboles que marca la entrada, el ingreso en la intimidad de las cinco habitaciones no depara sorpresas desagradables: todas cuentan con baño privado, prolijos sommiers, aire acondicionado y DirectTV. Y hogar de leños para el invierno, aunque por ahora no parecen muy necesarios.
Luego, cada quien hace "la suya" hasta la hora de la comida, momento en el que todos se juntan para probar la entrada, el plato principal y el postre de la cocina de estilo francés e italiano de Alicia, que condimenta con sus propias hierbas las carnes y pastas, bien presentadas. Todo eso cuando no hay asado con ensaladas en el quincho con parrilla, otro clásico de la Posada.
Además del parque, que se puede recorrer, los huéspedes se tiran a tomar sol en las reposeras, disfrutan de la pileta, andan a caballo, en sulky o bicicletas por las 100 hectáreas del establecimiento. También juegan al croquet, el ping- pong y las bochas, o pasean entre los nogales, robles, abetos y fresnos, utilizando largavistas para ver alrededor de 40 variedades de pájaros. Al no estar permitida la caza en los alrededores, las aves se acercan sin miedo a tomar agua en una laguna natural a la que es posible acercarse caminando o en alguno de los medios mencionados. Colibríes y carpinteros tienen aquí su hogar.
Para los que aman el golf, a 20 cuadras está el Golf Club Mercedes. Y a 5 kilómetros, el Aeroclub de Mercedes alquila aviones ultralivianos, con y sin piloto, y también ofrece clases de aladeltismo.
Otra opción es recorrer la vecina localidad de Mercedes, con los famosos fiambres y el local de Cacho, una auténtica pulpería, reliquia del pasado, que aún perdura intacta; o llegar hasta Tomás Joffré a comer las pastas en fuente de barro gratinadas si no hace mucho calor para salir de la pileta.
En el reciente Año Nuevo, Alicia preparó algunos de sus manjares habituales: canapés de pan de campo con salsa de champiñones, que se chorrean sobre el plato, crêpes de choclo, ñoquis soufflé Verdi -de espinacas-, ravioles caseros, lomo con salsa demi-glase y papas a la crema. Y de postre, la tradicional marquise de chocolate o los crêpes Suzette.
Para los que decidieron pasar allí el comienzo del año, el campo fue una opción menos consumista, más cerca de la naturaleza.
Datos útiles
Cómo llegar
Desde Buenos Aires se debe tomar el Acceso Oeste y salir en el desvío hacia Luján por la ruta 5. Seguir hasta el km 103 (una vez superada la entrada a la ciudad de Mercedes, a la altura de la salida sur), y doblar a la izquierda (son 3,5 km de camino de tierra hasta la Posada).
Alojamiento
El día de campo: $ 50 por persona. Una noche con pensión completa (sin bebidas), $ 150 por persona. Promoción de 4 noches con media pensión: $ 400 por persona. 154445-0114, 02324-422422, www.laposadadecampo.com.ar
Por Silvina Beccar Varela
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