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Una ventana para mirar más allá

Villa Ventana es una grata sorpresa a 600 kilómetros, con aires de pueblo chico, trekkings serranos y hasta una bodega




VILLA VENTANA.- Ante la mención de Villa Ventana, el imaginario colectivo no encuentra mucha más referencia que una ventanita en la sierra. Por suerte para el silencio, no es muy conocido este villorrio de 173 hectáreas entre dos arroyos y sierras majestuosas que casi parecen montañas, de tan gallardas.
Villa Ventana, fundada el 25 de julio de 1947, es uno de los pueblos que integran la Comarca Turística de Sierra de la Ventana junto con Saldungaray, Sierra de la Ventana, Villa Serrana, La Gruta y Tornquist, a casi 600 kilómetros de Buenos Aires por la ruta provincial 76.
El camino arbolado entre sierras presenta una entrada a la izquierda; entonces asoma Villa Ventana, un monte frondoso que asciende desde los 380 hasta los 480 metros. Tanto es así que, una vez dentro de la villa, casi no se percibe el entorno serrano. Las calles, con nombres de pájaros y cerros, son de tierra.
El tejido urbano, más largo que ancho entre los arroyos Las Piedras y Belisario, se compone de cabañas, un castillo por aquí y una capilla por allá. A pesar de la falta de planeamiento, el villorrio, refugio de artesanos y extranjeros, adoptó cierta estética patagónica por momentos naïf, con casitas de madera o ladrillo a la vista y techo a dos aguas en jardines con muchos duendes, más algunas edificaciones de algún desprevenido que no siguió estas reglas tácitas.
Por si no quedó claro, la sierra no es cualquier sierrita. La famosa ventana en el cerro homónimo (a 1054 metros) que da nombre a la comarca se encuentra dentro del parque provincial Ernesto Tornquist. Se puede ascender en un trekking autoguiado o guiado de cinco horas al hueco Ventana de 5 metros de ancho, 8 de alto y 10 de profundidad. También subir al cerro Tres Picos, la caminata más larga: con 1339 metros es el más alto de la provincia de Buenos Aires. O caminar hasta la Fuente del Bautismo, dentro de la bodega y estancia Cerro Colorado, entre otros múltiples paseos.
"Los cordones Ventana, Cura Malal y Pillahuinco conforman el sistema Ventania, cuya orogenia se formó en la Era Mesozoica, hace aproximadamente 250 millones de años. El sistema de Tandilia es bastante más antiguo", explica Lelo Beli, guía de montaña.
Muñecas y pastas
Caminando entre las calles de esta villa casi desconocida asoman los refugios de algunos artesanos que encontraron aquí su lugar en el mundo. Como Jorge Bottaro y Silvia Diez, reportero gráfico y licenciada en Economía, respectivamente: hace 27 años hallaron esta casita y la convirtieron en su fábrica-hogar de muñecas.
Muñecas de abuela, hechas con bizcocho cerámico cocido a 980º, pintadas a mano y vestidas con diseños especiales una por una, de aires antiguos, pero también góticos.
Bottaro también talla en madera: si hasta el pan del sagrario de la capilla de la villa fue hecho por este personaje que parece salido de un libro de cuentos y que se pierde en el bosque tras su perro blanco. "Desde la Casa de Muñecas de Villa Ventana seguimos ovillando el hilo de esta historia con nuestros diseños en el arte de los objetos cotidianos", filosofa.
Retomando la calle principal, Cruz del Sur (todo es muy cerca), ocupa la esquina Da Roberto, un restaurante de pastas que, según dicen, es el mejor de la comarca. Es de Roberto Lapini, un italiano que prepara pappardelle, antipastos y helados caseros.
Por su parte, Nora Amalia Gutiérrez llegó de Bahía Blanca para cambiar de vida hace 20 años; ella prepara los deliciosos alfajores Mamuelquen. De harina, maicena, miel, manteca, huevos. "La masa se cocina después del mediodía; por las mañanas, se rellena el alfajor, se lo baña y envuelve", cuenta Amalia.
La fábrica artesanal cuenta con elaboración a la vista. La artesanía gastronómica es una receta original de Irma Sponda de Salerno, que Amalia fue modificando con el tiempo. Los de dulce de leche con pasas al ron, creados originalmente por Luis Carlos Sozzani (con casa propia en Sierra de la Ventana, sobre Av. San Martín, la principal), son deliciosos; también los de chocolate, membrillo, frutilla y ciruelas.
Alfajor en mano se puede caminar hasta encontrar las ruinas del ex Club Hotel (1911), monumento histórico y escenario de la Primera Fiesta Provincial de la Vendimia en abril último.
Se tardó siete años en construirlo y funcionó con éxito solamente seis, con sus 173 habitaciones y 58 baños. A la vera del ferrocarril con turistas que llegaban en primera clase en busca de este microclima, beneficioso para pacientes con enfermedades respiratorias.
Cientos de historias se tejen en estas ruinas, algunas ciertas y otras no tanto. Como la que dice que durante la Segunda Guerra Mundial fueron alojados en sus dependencias los tripulantes del acorazado alemán Graf Spee.
Cedido en 1961 a la Congregación Salesiana, en 1981 fue comprado por la Sociedad Anónima Comercial e Industrial Frigorífico Guaraní, que se comprometió a restaurar el edificio en un lapso de cinco años. Misteriosamente, cuando se iban a cumplir 73 años de la fiesta brindada por el hotel el 11 de noviembre de 1911, todo se incendió. Hoy sus ruinas, un lugar bellísimo, son patrimonio histórico provincial, un atractivo más en este refugio serrano.
Viñedos inesperados
La fiesta en las mencionadas ruinas del viejo hotel en abril de este año tuvo su fundamento en las bodegas de la provincia de Buenos Aires como Cerro Colorado, que componen vinos más que dignos para los descreídos de estos terruños.
El guía Lelo Beli conduce un ex colectivo destartalado de la línea 53 pintado de cebra por los viñedos de esta bodega que produce Malbec y Cabernet desde 2002, a cargo del ingeniero agrónomo Wadi Mitre.
Este mismo sitio contiene el paseo que Lelo guía hace muchos años llamado La Fuente del Bautismo, una caminata ideal para toda la familia que transcurre entre hierbas como la marcela o estragón serrano, líquenes de aire puro, berros silvestres, rocas para sentarse a admirar la tarde y piletones para bañarse.
Cerro Colorado Lodge es ahora también el comercializador de un nuevo barrio de Villa Ventana que se llamará Valle de las Sierras, proyecto de loteo de terrenos y su urbanización con hotel boutique de veinte habitaciones.
La sierra aún resguarda su ventana para quienes deseen llegar bien adentro de la provincia de Buenos Aires y mirar más allá.

Vecinos dignos de visitar

A pocos kilómetros de Villa Ventana, Saldungaray posee un patrimonio arquitectónico único en las obras del ingeniero siciliano Francisco Salamone (1887-1959). En la década del 30, el gobernador Manuel Fresco le encargó 60 obras en la provincia de Buenos Aires: su impronta art déco puede apreciarse en los edificios municipales de muchos pueblos bonaerenses.
En Saldungaray las obras de Salamone son el portal del cementerio municipal, la luminaria, los mástiles y bancos de la plaza Independencia; la delegación, el matadero y el mercado municipal. Tanto es así que la Oficina de Turismo está abriendo una sede de interpretación de la obra de Salamone.
La iglesia de Nuestra Señora del Tránsito posee la única imagen de la Argentina de la Virgen en estado de reposo. Le dicen la Virgen dormida y fue traída por el vasco don Pedro Saldungaray hace 100 años desde Francia.
En las afueras se encuentra la reconstrucción del fortín Pavón (segunda campaña del desierto). Otros atractivos son la bodega Saldungaray, con un restaurante que funciona dentro de un silo, y el tambo Udi de la familia Girolimini, donde puede verse la elaboración de quesos tipo cuartirolo y Chubut, entre otros.
Sierra de la Ventana y su famosa cancha de golf constituyen el centro comercial y turístico más importante de la región. Posee un río que divide los distritos: Tornquist hacia un lado con su barrio parque del golf, los links y la estación de tren, y Coronel Suárez hacia el otro.

Datos utiles

COMO LLEGAR
  • Desde Buenos Aires, tomar la autopista Ezeiza-Cañuelas y luego la 205 hasta Saladillo. De allí la RP 51 hasta Olavarría donde se empalma la RP 76 hasta llegar a Villa Ventana.
  • Desde Retiro hay ómnibus diarios de El Cóndor y La Estrella, que salen a las 11 y llegan a las 19, por $ 235.
  • Otra opción es tomar el avión a Bahía Blanca, que queda a 125 km, o el tren de plaza Constitución a Tornquist, Sierra de la Ventana o Saldungaray.
PARA DORMIR
  • Posada Agua Pampa Spa: estándar con desayuno, por persona, desde $ 190. Calle Las Piedras, Villa Ventana. Tel.: 0291-491-0210, www.aguapampas.com.ar .
  • Estancia El Retiro: siete habitaciones en un parque de 70 ha con añosa arboleda. Muy cerca del Golf Club Sierra de la Ventana, atendida por su dueña, María Inés Lavalle. No se reciben niños. Desde $ 350 con desayuno, en base doble. Tel.: 0291-4915034. www.elretiroestancia.com , mariaineslavalle@yahoo.com
  • Estancia Cerro de la Cruz: casco de estilo inglés con siete habitaciones. Desde $ 350 por persona en base doble con pensión completa y actividades. Recibe Rosario Marenco. Tel.: 011 155805-9710. www.estanciacerrodelacruz.com ; rochimarenco@fibertel.com.ar
ACTIVIDADES
Bodega Cerro Colorado: visitas a través de la excursión guiada de Leonardo Beli a la Fuente de Bautismo, que queda dentro del campo, entre otros paseos posibles. Dicha excursión sale de la oficina de Sierra de las Vertientes (frente a la plaza) en ómnibus. Una vez en el campo se realiza una caminata moderada por el cauce del arroyo Belisario hasta la fuente, gran piletón de forma circular rodeado de paredes de roca con una caída de agua de 10 metros. Cuesta $ 75 por persona. Tel.: 0291-4915228 o 156439611,mtventana@argentina.com. www.bodegacerrocolorado.com Tel.: 0291 4910076. Para información sobre el loteo Valle de las Sierras en este mismo campo: info@neuss-sa.com
  • Hueco Ventana: principal atractivo y cerro que da nombre a la comarca. El trekking autoguiado puede hacerse tanto en invierno como en verano y dura 5 horas. A la Garganta del Diablo se requiere guía y se tarda unas siete horas. Tel.: 0291-491 0039.
DONDE COMER
  • Mamuelquen: elaboración artesanal de alfajores. Pillahuinco s/n, Villa Ventana. Tel.: 0291-4910021.
  • Da Roberto: Av. Cruz del Sur esquina Carpintero. Tel.: 0291-1546811459.
  • Hotel y restaurante El Mirador: increíble que un lugar así en medio de la montaña tenga tanta movida. El restaurante abierto al público general con decoración campera y servicio a la antigua abre de las 5 AM al cierre. La carne es su especialidad. Promedio por cubierto: 130 pesos. El hotel cuenta con 24 habitaciones desde 320 la doble. RP 76, km 226, Tel.: 0291-4941338. www.complejoelmirador.com.ar

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