Visitas inesperadas

17 de mayo de 2012 • 12:29

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Publicado por Silvio
El padre de Silvia es un buen tipo, me cae bien. Tenemos una buena relación, gustos similares (dentro de la diferencia generacional) y un sentido del humor parecido. Hasta hemos ido a jugar al tenis juntos. El tipo es muy generoso y siempre se ofrece para hacer cosas, favores en general.

Su hija Silvita (con una agenda sobrecargada de cosas y sin un minuto de sobra) hace uso (y a veces abuso) de esa virtud de mi suegro y suele pedirle algunos favores que sólo un padre puede hacer por su hija (léase, favores que ni un novio haría por su novia). Con lo cual, a veces el tipo le lleva algunas facturas a algunos lugares, o pasa por su casa a buscar unos libros que ella necesita devolver urgente pero se olvidó.

Justamente, ayer tuvimos una situación al respecto. Yo supuestamente iba a ir a jugar un partido de fútbol después del trabajo, pero se suspendió por falta de quórum y se convirtió en cena. Así que pasé por casa, para cambiarme y descansar un rato.

Mientras me disponía a prepararme un té en la cocina, todavía en pantuflas, calzón y camisa (imagen patética pero repetida en mí), escucho girar la llave de la puerta de entrada, pienso "qué bueno, voy a ver a Silvia un rato antes de irme" y entra... mi suegro.

Me mira, lo miro, trato de no poner cara de c*lo pero no la logro evitar y él, supongo que sorprendido porque no esperaba que estuviera ahí, omite pedirme perdón y me dice "Hola Silvio, Silvia me preguntó si podía buscar un sobre y justo pasaba cerca de acá así que me vine". A pesar de la vergüenza de estar con mi suegro en calzones, en algún punto me alegré por no estar en situación más comprometida .

Finalmente, terminamos tomando un té juntos y charlando (lógicamente me vestí). Pero creo que no me saqué la indignación hasta recién regresado del fútbol, cuando se lo expuse a mi concubina. Ella prometió hablar en términos muy duros con su padre. Yo lamento que mis suegros tengan la llave de mi hogar…

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