8 consejos para prevenir el cáncer de mama
En el Día Mundial de lucha contra el Cáncer de mama, la ginecóloga Florencia Salort nos recuerda la importancia de la prevención. Tené en cuenta estos 8 consejos para no enfermarte.
19 de octubre de 2023
Cáncer de mama: ¿cómo prevenirlo? - Créditos: Getty
En el Día Mundial de lucha contra el Cáncer de mama te quiero recordar que la prevención y la detección temprana son nuestras mejores armas contra esta enfermedad: el 90% de los casos de cáncer de mama es curable cuando se detecta a tiempo.
Este cáncer es una afección que se origina en las células de las mamas y es el tipo más común de cáncer diagnosticado en mujeres, después del cáncer de piel. Aunque esta enfermedad también puede afectar a los hombres (1% del total) su incidencia es significativamente más alta en las mujeres.
Si bien el origen exacto es complejo, se identificaron factores hormonales, de estilo de vida y ambientales que pueden aumentar el riesgo. Cuando hablamos de prevención, nos referimos a acciones que cada una de nosotras puede tomar para reducir el riesgo de tener esta enfermedad. Menos del 10% de los casos de cáncer de mama son de origen genético; esto significa que, en gran medida, podemos influir en nuestro riesgo a través de nuestras elecciones de estilo de vida.
8 consejos para prevenir el cáncer de mama
1
Conocete:
Es crucial saber cómo son tus mamas, su forma, la textura de tu piel, e incluso si tenés lunares. Esto te permitirá detectar cualquier cambio o asimetría nueva entre ambas mamas; también, cambio de forma, la aparición de bultos, la retracción de piel, secreción, hundimiento o alteraciones en el pezón, cambio en la areola. Cualquier señal de alerta debe motivarte a consultar a un profesional de la salud.
2
Alimentate bien:
Optar por una dieta variada, puede ayudar a reducir la inflamación en el intestino y mejorar el sistema inmune. Es crucial en la protección contra el cáncer ya que un gran componente inmune reside en el intestino. Por eso es clave que mantengas este órgano sano.
Hay que disminuir los alimentos ultraprocesados, los azúcares, hidratos de carbono, almidones. Sumemos pescado, verduras, frutas, legumbres, frutos secos, paltas minerales, para mantener una alimentación nutritiva y saludable.
3
Movete:
Mantenerte activa es una excelente manera de reducir el riesgo de cáncer de mama. Se recomienda que al menos realices actividad física 3 veces a la semana. Esto no se limita a un gimnasio: caminar, subir escaleras, bailar o cualquier actividad que mantenga tu cuerpo en movimiento es beneficiosa.
Aunque después de los 40 el entrenamiento de fuerza cobra mayor importancia, ya que tu cuerpo comienza a perder masa muscular y es clave generarla.
4
Apuntá a un peso saludable:
Evitar el aumento excesivo de peso es importante, ya que el exceso de grasa corporal puede aumentar la producción de estrógeno e insulina, lo que puede, a su vez, incrementar la probabilidad de desarrollar cáncer de mama. Con una buena combinación de los dos puntos anteriores, vas a colaborar en este.
5
Ojo con el estrés:
El estrés crónico puede afectar negativamente al sistema inmunológico, lo que puede contribuir a problemas de salud, incluido el cáncer de mama. Aumenta mucho el cortisol y este aumenta los niveles de azúcar y debilita el sistema inmune.
Para reducir el estrés es fundamental dedicar tiempo a actividades placenteras, fomentar relaciones sociales, practicar la meditación y la introspección, así como expresar y compartir emociones.
Esto puede influir positivamente en la química del cuerpo, liberando sustancias que promueven el bienestar.
Estas sustancias incluyen dopamina, oxitocina, endorfinas y serotonina, que son beneficiosas para las células en todo el cuerpo.
6
Dormí bien:
No subestimes al descanso. Dormir de 7 a 8 horas diarias es necesario para la recuperación de tu cuerpo y de tu mente. Es uno de los elementos fundamentales para mantener tus niveles de cortisol normales.
7
No fumes:
El cigarrillo es dañino para nuestra células y para todo los sistemas. Te recomiendo que digas: chau, pucho.
8
Buscá el equilibrio:
El equilibrio es todo así que no lo descuides. Otros factores que nos van a proteger aún más incluyen la aparición tardía de la menstruación, la menopausia a una edad menor de 50, haber cursado embarazos antes de los 35 años y haber dado de mamar. ¡Arriba la lactancia!
¿Cuándo hacer una consulta médica?
La Sociedad Americana Contra el Cáncer recomienda que las mujeres con riesgo promedio de cáncer de mama se realicen mamografías anuales a partir de los 40 años. Esto se aplica a aquellas sin antecedentes personales de cáncer de mama, sin antecedentes familiares de cáncer en línea directa menores a 50 años (madre, hermana, hija) ni presencia de cáncer de mama en un varón de la familia y que no presentan mutaciones genéticas conocidas que aumenten el riesgo.
La Sociedad Europea recomienda la realización de una mamografía a partir de los 50 hasta los 74, al menos cada dos años.
Obviamente, cada mujer verá con su gineco -por su historia y antecedentes- la periodicidad individual para realizar sus estudios y desde qué edad hasta qué edad lo necesitará.
El objetivo de estas revisiones es detectar el cáncer antes de que cause síntomas (por ej. antes de que se llegue a detectar un nódulo palpable).
Es importante que no subestimes el poder de tus sentimientos. El disfrutar, expresar las emociones y generar y mantener vínculos sanos son una parte importante de nuestra salud ya que fortalecen nuestro sistema inmune y nos generan una neuroquímica positiva para la vida.
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