Newsletter
Newsletter
 • Opinión

Karonchi, a un mes de su separación: ¿ahora dónde reclamo mis matrimillas?

Tras su separación, Karen Barg, de visita en Buenos Aires nos cuenta un aprendizaje: “No quiero volver a desconectarme de mí nunca más”. Y se pregunta: ¿dónde se reclaman las matrimillas?


Karen en una juntada con seguidoras, que la recibieron con amor y regalos.

Karen en una juntada con seguidoras, que la recibieron con amor y regalos. - Créditos: Gentileza Karen Barg



 

Ya pasó casi un mes de la separación, estoy en Buenos Aires, rodeada del amor de mi familia y amigos.

Debo confesar que me siento mucho mejor, de hecho, me animo a decir que estoy feliz.

Sin embargo, hay una duda que me viene quemando un poco: ¿dónde reclamo mis matrimillas?

Claro que uno tiene que dar sin esperar nada a cambio, pero también es cierto que en las parejas debería haber un equilibrio entre lo que uno da y lo que recibe. Digo “debería” y, en verdad, ahora no tengo nada de esto muy claro.

Me puse a escribir y me doy cuenta de que lo que me duele no es no poder canjear mis matrimillas, lo que me duele es que dije que sí a muchas cosas que quería decir que no. Y en ese momento no me di cuenta. Y me duele ver lo desconectada que estuve de mí, que no podía distinguir lo que me parecía bien de lo que me parecía mal.

Me pregunto y me vuelvo a preguntar: ¿cómo llegué hasta acá? Yo, que me jactaba de tener mucha personalidad.

No tengo una respuesta todavía, pero tengo la certeza de que tiene una razón: que tuve que estar en ese lugar para poder abrir los ojos ahora y prepararme para mi nueva vida. Y, cuando digo prepararme, me refiero a conectarme plenamente conmigo y mis deseos.

No quiero volver a desconectarme de mí nunca más.

Miro para atrás y veo que me puse en pausa. Me daba cuenta de que no podía avanzar, pero no entendía por qué quería, intentaba, probaba, pero al poco tiempo volvía a esa pausa en la que me creía sentir segura.

Es difícil estar conectados con nosotros mismos; a veces, hay cosas que no queremos ver, entonces nos desconectamos y seguimos en piloto automático creyendo que no pasa nada. Y pasa de todo.

Karen, en la piscina de su casa, en Buenos Aires.

Karen, en la piscina de su casa, en Buenos Aires. - Créditos: Gentileza Karen Barg

Karen nos cuenta: "Me saqué la alianza y me compré un anillo".

Karen nos cuenta: "Me saqué la alianza y me compré un anillo". - Créditos: Gentileza Karen Barg

 

Y quizás los últimos años no pude hacerme cargo de todo eso que pasaba y mi mecanismo de defensa fue desconectar.

No me culpo, confío en que, aunque hoy me duela, fue perfecto.

En pocos días vuelvo a Madrid y tengo muchos proyectos que me entusiasman.

Es la primera vez en la vida que estoy sola para mí, yo soy mi responsabilidad.

Y no pienso desaprovechar ni un minuto de mí.

Las más leídas

Te contamos cuáles son las notas con más vistas esta semana.

¡Compartilo!

En esta nota:

SEGUIR LEYENDO

Karen Barg, se pregunta: ¿por qué nos cuesta tanto pedir ayuda?

Karen Barg, se pregunta: ¿por qué nos cuesta tanto pedir ayuda?


por Karen Barg
Tapa de revista OHLALÁ! de abril con Gime Accardi

 RSS

NOSOTROS

DESCUBRÍ

Términos y Condiciones


¿Cómo anunciar?


Preguntas frecuentes

Copyright 2022 SA LA NACION


Todos los derechos reservados.