Dharma Yoga: ¿por qué es la mejor técnica para conectar con tus emociones?

Dharma practica el Nataraja yoga, un estilo que trabaja especialmente en la apertura del corazón y la expansión en la parte emocional, promoviendo la apertura emocional, la no violencia y el veganismo. Probablemente este sea el motivo por el cual en sus prácticas existen secuencias a repetición muy vinculadas con las aperturas de pecho y posturas de equilibrio sobre brazos.

Asimismo, podemos entender al Dharma Yoga como el estilo que logra concentrar las 8 ramas del yoga a través de ashtanga yoga, hatha yoga, raja, karma, kriya, bhakti, jnana, laya y japa yoga. En tanto, su forma de expresarse toma raíz en los diferentes conceptos que conforman la filosofía tradicional del yoga: los yamas y niyamas  descritos en los sutras de Patanjali.

La base de una clase de Dharma Yoga está dada por una Vinyasa fluida con estructura fija, es decir, que se mezcla el movimiento con la respiración y, un dato clave, siempre se repiten las mismas posturas en el mismo orden (en este sentido, es parecido al estilo Ashtanga).

La repetición fija es ideal para avanzar en la práctica y, al mismo tiempo, para entrar en un estado de meditación activa.

En relación al inicio de cada clase de Dharma Yoga es importante que sepas que se hace con un Shiva Namaskara (el saludo a Shiva, con una serie de posturas ya estipuladas), cuenta con varias posturas de inversión a mitad de la clase, y que incluye una meditación inicial y diversos pranayamas que te ayudan a profundizar en la práctica mental y espiritual.

Y, ¿te dieron ganas de probar de qué se trata?