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Egoísmo inteligente: de qué se trata y cómo ponerlo en práctica

Distintos expertos hablan de la importancia de priorizarse para buscar el bien común. No se puede cuidar a otra persona sin antes respetar las propias necesidades.


Egoísmo inteligente: ¿de qué se trata?

Egoísmo inteligente: ¿de qué se trata? - Créditos: Getty



Pensar en una misma antes que el resto, ¿es egoísmo? Si ya sabemos que no se puede ayudar ni cuidar de otras personas si antes no atendemos nuestras propias necesidades, la pregunta es: ¿por qué nos seguimos sintiendo egoístas cuando nos priorizamos?

Será que, en una cultura que te hace adicta al sufrimiento (como dice Wos), donde el sacrificio está bien visto y suele ser asociado con un acto de amor (el que ama se sacrifica), pensar en atender las necesidades personales y poner un límite a la demanda del entorno es casi un acto deshumanizado. ¿Cuál sería la justa medida para cuidar la salud mental?

A la corta o a la larga el tanque se vacía, la nafta se acaba y no vas a tener más nada para dar. ¡Tan simple la ecuación y tan difícil ponerla en práctica! ¿O acaso los esfuerzos por responder a las necesidades de tus padres, pareja, amigos e hijos muchas veces te hicieron esforzarte a tal punto que luego quedaste sin resto para vos? Quedar desarmada, además de frustrarte (que sería lo esperable), te impide seguir dando o ayudando. Entonces, mires por donde mires, no tiene sentido. 

En este sentido, existen diversas teorías que comenzaron a hablar del egoísmo inteligente (o benéfico). Puede ser un buen punto reconocer que el egoísmo no tiene por qué ser etiquetado como algo negativo.

Qué es el egoismo inteligente

El escritor y consultor español Alex Rovira, al hablar de egoísmo inteligente en sus conferencias, dice que “el egoísmo verdaderamente inteligente consiste en procurar que los demás estén muy bien. Para que, de este modo, uno esté algo mejor", en recuerdo de lo que decía el escritor británico Oscar Wilde. La idea de cooperar está en la base de sus charlas, con la premisa de eso que das también volverá, siempre y cuando se elija hacerlo de manera consciente e inteligente. Es decir, sin descuidarte.

Por otro lado, el especialista Andrés Jiménez, en su sitio dedicado a las finanzas Enbolsa.net, también habla del egoísmo inteligente en términos financieros. Dice así: “Cuanto más miramos en nuestro interés individual, mejores son los resultados para todos en el largo plazo. El egoísmo inteligente va más allá de la satisfacción inmediata, el impulso o la costumbre. Se trata de una forma estratégica de actuar y de comportarse con la vista siempre puesta en el momento de después y que a veces puede dar beneficios sorprendentes en 10 segundos o en 1 hora, en otras ocasiones la recompensa tarda años en materializarse, aunque resulta evidente”.

De cualquier modo, el egoísmo inteligente refuerza la premisa de que está bien pensar primero en una misma. El paso siguiente determinaría qué tipo de egoísmo se practica: si una vez registrada mis necesidades escucho y me dispongo a atender las necesidades de mi entorno, estoy actuando inteligentemente. ¿Por qué? Básicamente porque puedo ayudar o acompañar sin convertirme en víctima de mis propias elecciones.

Creencias sociales: abnegación y confusión

Ya fue comprobado en diversos estudios científicos que, aquellas personas que se descuidan por cuidar a otros primero, llegan a sufrir más rápidamente problemas psicológicos y físicos, desde diversos cuadros de depresión, estrés, hasta múltiples enfermedades del orden de la salud mental. No es sano pensar siempre primero en los otros, está claro.

También es cierto que, puede haber cierto goce (inconsciente) en ser identificada con esa persona que siempre ayuda, que siempre puede con todo, que es abnegada. En nuestra sociedad, a esa persona se le hace un monumento sin tener en cuenta las condiciones en las que queda por cumplir con una pila inagotable de exigencias. Hacer consciente tu ego y elegir cambiar de etiqueta social en pos de mayor salud mental depende de vos.

Cuando cuidas a personas que dependen de vos

La psicoterapeuta María José Muñoz dice que hay que prestar especial atención en aquellas personas que ayudan y cuidan a otras con enfermedades crónicas. En esos momentos, ser egoísta inteligente es fundamental para resguardar la propia salud. Pero también, es cuando más difícil resulta.

En este sentido, Muñoz recomienda ciertas pautas para ayudar al cuidador. Te las compartimos.

  • Delegar, en la medida de lo posible: puede resultar agobiante la demanda de una persona con trastornos mentales, por eso es importante trabajar en red, y aceptar que una sola persona que lo cuide no va a poder con todo.

  • Negociar con ellas y hacer pactos: que no dependan íntegramente de vos, que puedan asumir tareas cotidianas en la medida de lo posible.

  • Ajustar las expectativas afectivas: muchas veces, las personas con trastornos mentales no interpretan el cariño del mismo modo que vos. O peor, se convierten en personas infantiles, caprichosas, que en momentos de angustia aguda exigen tu presencia de manera incondicional y sin tomar en cuenta tus necesidades.

  • Empoderar a la persona cuidada: ayudarlos a implicarse en aquello que los angustia. Acompañarlos a resolver, pero no buscar resolver por ellos.

  • No olvidarse de la persona que cuida: programar espacios de disfrute, de ocio y también alguna terapia siempre es conveniente.

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