Las plantas con flores amarillas para ambientar el balcón

Además de su impacto estético, el amarillo tiene un efecto anímico comprobado: estimula la creatividad, la sociabilidad y el buen humor. Un balcón vestido con flores amarillas no solo embellece el entorno, también invita a pasar más tiempo al aire libre y a recibir visitas con una energía luminosa.

En Argentina, existen varias especies fáciles de conseguir y de mantener, perfectas para cultivar en macetas. A continuación, 5 opciones ideales para darle un aire primaveral y radiante a tu balcón.

Originaria de la zona del Mediterráneo y de Asia, con su vibrante color amarillo intenso que puede tender al naranja, es perfecta para dar carácter y personalidad a los balcones, siendo polinizadora y de gran capacidad de adaptación. Es la elegida tanto por personas con experiencia como por aquellos que recién se inician en el mundo de las plantas, ya que podría decirse que crece casi sola.

Esta planta es un verdadero sol en maceta: sus flores amarillas con centro dorado iluminan cualquier espacio. Es resistente, de crecimiento rápido y muy usada en jardinería urbana por su rusticidad. Tolera bien el viento, lo que la hace ideal para balcones altos. Con un riego moderado y varias horas de sol, florece casi todo el año.

La onagra, también llamada “primavera de tarde”, tiene flores amarillas delicadas que se abren al anochecer, liberando además un perfume suave. Es ideal para quienes disfrutan del balcón durante la tardecita o la noche. Es resistente y puede cultivarse en macetas medianas con exposición al sol directo. Además, aporta un aire silvestre y natural que contrasta con otras especies más ornamentales.

Símbolo de la primavera en muchos países, el crisantemo es una planta que regala flores abundantes en tonos que van del blanco al naranja, pasando por un amarillo vibrante. En Argentina, es común encontrarlo en viveros durante esta época. Florece en otoño también, lo que asegura color en el balcón por un tiempo prolongado. Necesita macetas profundas, buena luz y riego regular.

Muy utilizada en balcones y patios por su resistencia al calor, la lantana produce ramilletes de pequeñas flores amarillas que atraen mariposas y abejas. Es una planta rústica, que tolera tanto el sol fuerte como la falta de agua ocasional. En macetas, forma pequeños arbustos compactos y coloridos, perfectos para llenar de vida un rincón soleado.