Sitopia: el exitoso emprendimiento argentino que ayuda a armar huertas a domicilio

Justo antes de la pandemia, Florencia decidió incorporar una plataforma para ofrecer cursos online, una idea que se convertiría en un boom durante la cuarentena: “En abril de 2020 lancé el curso de huerta y fue un éxito rotundo. Ahí el proyecto explotó”. A medida que la comunidad fue creciendo, Flor fue escuchando lo que sus clientes le pedían y por eso sumó talleres de armado de mariposario y hotel de insectos y una tienda virtual donde vende productos de calidad para poner en práctica todo lo que enseña. La tercera unidad de negocio que integra Sitopia es el servicio de capacitaciones para empresas.

“Cada vez hay más exigencia a nivel global para que las empresas elijan prácticas sustentables, así que ofrecemos un montón de actividades empresariales como armado de compost, huerta, jardines polinizadores, jardines de nativas y plantaciones de árboles”, cuenta Flor, y explica que, además, tienen un programa de aprendices, donde cada tres meses reciben a cuatro personas para capacitar de forma gratuita en el armado de huertas.

Actualmente también colaboran con una escuela a la cual donaron una huerta y brindan talleres gratis a las maestras todos los meses. 

Uno de los puntos más fuertes del proyecto es la comunicación, una herramienta que Florencia supo utilizar para crear una gran comunidad sustentable que actualmente cuenta con 250 mil seguidores en Instagram.

“Para mí, lo que más pega es ser auténtica, comunicar la realidad de lo que va pasando día a día. La huerta es nuestro showroom, entonces todos los días puedo salir a hacer contenido en el lugar donde suceden las cosas”, explica Flor, quien se encarga de manejar las redes sociales junto con su community manager.
También destaca la importancia de estar atenta a lo que el público va pidiendo: “Todo es a prueba y error, ir viendo qué gusta y qué no. Hemos ido evolucionando y adaptándonos. Es una mezcla de lo que vamos sintiendo que le interesa a la gente y lo que queremos comunicar”.  

Algo de lo que Flor estaba segura era de que no quería que su marca se volviera inaccesible para sus clientes, así que decidió ordenar sus finanzas y aplicar a IncuBAte, una asesoría financiera que ofrece el Gobierno de la Ciudad a emprendedores: “No quería que la huerta se volviera un bien de lujo. Por eso vino un asesor que me acompañó durante cuatro meses para ayudarme a entender un montón de números y llegar a tener una empresa saludable. Esto nos sirvió para poder crecer de manera exponencial”.

Gracias a esa asesoría, la huerta sigue creciendo, y con ella surgen nuevas ideas para sumar a este proyecto que continúa en expansión. “En un par de meses vamos a mudarnos a un lugar mucho más grande, también por Villa Crespo. La idea es incorporar una cuarta unidad de negocio enfocada en ofrecer experiencias gastronómicas y servicios integrales para las empresas dentro de nuestro espacio”, concluye Flor con mucho orgullo.

Abarcó distintos sectores. “Hemos logrado abarcar, dentro de lo que podemos, un sector bastante amplio de la cadena completa de nuestro nicho. Hoy somos una marca que ya es referencia en el sector de huerta, jardinería y sustentabilidad”.

Sumó aliados. “Logramos una conexión estratégica con diferentes empresas, marcas, influencers y prensa. Al principio hicimos colaboraciones gratuitas, pero siempre sabiendo que era algo que nos iba a servir a futuro”.

Armó un equipo. “Lo más maravilloso para mí ha sido armar un gran equipo de trabajo. Fue la única forma en que yo me imagino que esto pudo haber crecido”. 
Construyó un espacio propio. “Fue fundamental tener un espacio físico como base para armar el proyecto. Entendí que era lo principal, no podía enseñar a hacer una huerta si no tenía dónde mostrarlo”.

Abrió sus propias puertas. “Decidí ir en busca de empresas para ofrecerles nuestro servicio, no esperar a que vinieran a buscarme”.