Hockeydolls: cómo una idea se convirtió en el torneo que revolucionó el hockey femenino en zona norte

Con sede inicial en el club B.A.C.R.C., donde Macarena jugó durante tres décadas, Hockeydolls fue creciendo paso a paso. A fuerza de constancia, trabajo en equipo y aprendizaje continuo, sumaron nuevos equipos, más categorías y el apoyo de marcas interesadas en apostar por el deporte femenino. La clave siempre estuvo en la experiencia: hidratación, premios, sorteos, ambientación y un clima cuidado para que cada jugadora pudiera disfrutar no solo del juego, sino de todo lo que lo rodea.

La propuesta se expandió rápidamente gracias al boca en boca, y pasó de tener una sola sede a contar con múltiples locaciones. Actualmente, participan más de 100 equipos, se organizan cinco categorías de mamis hockey (con más de 1000 jugadoras), un torneo eleven con 20 equipos y una propuesta para chicos y chicas llamada Mini Dolls.

El crecimiento no estuvo exento de desafíos. Uno de los momentos más difíciles fue atravesar la pandemia, y más adelante, la decisión de Macarena de continuar de forma independiente. “No hay crecimiento sin incertidumbre ni incomodidad”, reflexiona. Y ese proceso, aunque duro, la llevó a consolidar aún más el proyecto.

Hoy, Hockeydolls es mucho más que un torneo. Es un espacio donde las mujeres pueden reconectar con su pasión por el deporte, rodeadas de un entorno cuidado y profesional. En un contexto donde los patrocinios suelen enfocarse en el deporte masculino, esta propuesta rompe con la lógica habitual y demuestra que el hockey femenino también puede generar experiencias de alto nivel.

El compromiso con los detalles, el ambiente positivo y la calidad de la organización hacen que cada año más equipos se sumen. Hockeydolls no solo ofrece competencia: ofrece comunidad, valores, amistad y una forma de celebrar el deporte en equipo a cualquier edad.