Por los animales. La increíble historia del australiano que no habló durante 365 días
10 de febrero de 2020 • 16:20
Algunos dicen que necesitamos estar cerca de experiencias extremas –las llamadas near death experiencies– para poder realizar ciertos cambios en nuestras vidas que de otra manera nos hubieran resultado imposibles. Puede que haya algo de dramatismo en esta afirmación, pero es exactamente lo que le sucedió a James Aspey, un australiano de 33 años conocido por su activismo vegano que pasó un año sin hablar en protesta contra la crueldad animal. "La razón por la que tomé el voto de silencio fue para generar conciencia por las víctimas sin voz del planeta: los animales –explicó Aspey cuando se le preguntó el motivo de su hazaña en un talkshow matutino en el que habló por primera vez en 365 días–. Todos decimos que nos gustan los animales y que estamos en contra de la crueldad animal, pero les pagamos a otros para matar, mutilar y torturarlos, y no es necesario ni algo que necesitemos para nuestro organismo", explica Aspey.
Pero, en verdad, no se trata de que no tengan voz, ya que ellos lloran, gritan o gimen, indicándonos su sufrimiento. El punto es, ¿estamos dispuestos a verlo? ¿Qué te implicaría caer en esta realización y qué cambios estarías dispuesto a hacer en tu vida para evitar el sufrimiento de otra especie? Son algunas de las preguntas que se hizo Aspey antes de comenzar su viaje.
Los inicios
A los 17 años, Aspey fue diagnosticado con dos enfermedades terribles: leucemia y linfoma. Sus doctores le dieron la noticia de que le quedaban seis meses de vida si no comenzaba urgentemente un tratamiento. Los siguientes años fueron muy difíciles y, en palabras del propio Aspey, una forma de conocer de cerca el sufrimiento. Tuvo numerosas complicaciones, neumonía y otras reacciones adversas a la quimioterapia. Subió de peso 23 kilos y estuvo al borde de la muerte. "Hubo tanta miseria y dolor..., pero estoy muy agradecido por esta experiencia ya que me ayudó a apreciar la vida y entender el sufrimiento", relata desde su bitácora personal.
Una vez que los doctores le dieron el alta, Aspey comenzó el proceso de recuperación. Así conoció a un personal trainer que lo salvó, no solo porque lo ayudó a recuperar su salud y a perder el peso que había ganado durante la enfermedad, sino que también lo inspiró a querer ayudar a otros. Este nuevo llamado vocacional lo tuvo por casi siete años como coach de fitness, salud & nutrición, hasta que un día, mientras trabajaba en un crucero, conoció a un hombre que le cambió la vida para siempre. En una charla con este hombre proveniente de India, Aspey escuchó una frase que lo marcaría de ahí en más: "Comer animales muertos trae mal karma". Nunca había sido muy creyente en este tipo de cosas, pero, como previo comedor de carne, no pudo evitar pensar en su devenir desde más joven como un producto de ese mal karma.
Sin embargo, a ojos de Aspey, era muy difícil ser vegetariano y estar saludable y en forma. ¿Se puede estar sano sin comer carne, huevo o lácteos? Cuando el hombre indio le dijo que esto era posible y que él había sido vegetariano por veinte años, Aspey decidió que tenía que investigar más el tema. Pero no solo hizo la tarea, también se propuso un experimento personal : estar una semana sin comer carne y ver cómo se sentía. Ya al tercer día de no comer carne Aspey notó la diferencia. Se sentía más vital, menos abombado y más contento. Además, hay evidencia de que la dieta vegetariana es más económica y menos contaminante, por lo que el beneficio parecía ser múltiple.
100% vegano
"Si no estamos comiendo animales para estar más sanos y no tenemos que matarlos y comerlos para sobrevivir, ¿para qué les estamos haciendo esto? Las mejores respuestas que encontré por las que hacemos esto son: sabor, hábito, tradición y comodidad", relata Aspey en una charla, luego de buscar y leer mucho sobre el tema, hablar con gente y tratar de entender qué otras razones podía haber, por un lado, para la matanza innecesaria de animales y, por otro, para volverse 100% vegano. Cosa que hizo. Primero había sido por su salud y su bienestar general, ahora era por ellos.
Una de las fuentes de inspiración que Aspey cita como uno de los puntos de inflexión en su ideología es el documental de 2005 dirigido por Shaun Monson y narrado por Joaquin Phoenix, Earthlings. Y aunque el film, hoy con más de 15 años de antigüedad, puede ser relativizado ya que presenta imágenes de hace varias décadas y las prácticas han cambiado, en lo subyacente sigue dando en la tecla: cómo los seres humanos utilizan a otras especies animales para sus propios intereses. Partiendo de la base de que todo uso es explotación, sea para alimento, ropa u otros, Aspey plantea directamente el hecho del consumo animal como un acto de opresión y una injusticia.
En este sentido, James quizá vaya más lejos que otros speakers ambientales o voces que critican la industria de la alimentación (recordemos el también revelador y aclamado documental Food, Inc.), ya que extiende la mirada crítica a todo el espectro de cosas que hacemos que nos ponen en contacto directo con la crueldad animal: productos animales o con elementos de origen animal, extracción para vestimenta (seda, lana, cuero), productos que fueron testados en animales y lugares que los explotan para entretenimiento o experimentación.
Después de ver y entender el maltrato que sufren los animales en las diversas industrias para abastecer nuestras necesidades varias, Aspey decidió que no había formas "humanas" de matar, que no existe matar con compasión a otro animal que quiere vivir: "Si estás de acuerdo en que causar un daño innecesario a animales está mal, entonces, según esta creencia, estás obligado a hacerte vegano, porque cualquier cosa menos que eso está en conflicto directo con tus valores".
Una progresión
James emprendió además algunas cruzadas saludables y de activismo contra la crueldad animal, como recorrer 5000 km en bicicleta desde Darwin hasta Sídney (en su Australia natal) y realizar un año de voto de silencio para promover la paz. Mantuvo su blog con registros cotidianos de sus odiseas, aunque hoy está más activo en sus redes sociales, tanto en Instagram (su cuenta tiene más de 276 mil seguidores, desde donde puede contar sobre las virtudes del aceite de cannabis, la meditación o su dieta) como en su canal de YouTube (James & Carly), que lleva adelante con Carly Taylor, su prometida, quien también es activista vegana y bioquímica.
La entrevista en la que Aspey rompió su voto de silencio fue vista por diez millones de personas y desde ese momento se ha dedicado a evangelizar desde sus redes documentando su experiencia, viajar dando charlas y participar de acciones del movimiento vegano. Al día de hoy, lleva casi seis años siendo vegano. Dice sentirse más saludable que nunca, con resultados perfectos de sangre, sin deficiencias de nutrientes o falta de energía. Declara enfermarse menos y estar más feliz. ¿La receta para una mejor vida? Es posible, pero lo que seguro nos enseña Aspey es que nunca vale la pena desconectarnos de nuestras emociones o dejar de sentir empatía por otros seres vivos, aun si eso nos lleva a cuestionar nuestros estilos de vida actuales. "No me siento restringido; de hecho, como mejor ahora que antes. Cualquier doctor, nutricionista o atleta que te diga que necesitás comer animales para estar saludable está equivocado", asegura Aspey.
Por el cambio climático
Aspey no se quedó callado durante los últimos incendios que azotaron a Australia y aprovechó para seguir sembrando conciencia desde su cuenta de Instagram: "Las Naciones Unidas han dicho que para evitar catástrofes ligadas a las altas temperaturas de la Tierra, una de las principales soluciones es volvernos veganos. Es una enorme solución por muchas razones. Es evolucionar. Es crear una nueva base moral y una forma más sustentable de vivir. Más sanos, más felices y en un mundo sin mataderos. Recuerden: es una de las cosas que podemos hacer para sumar un cambio".
Otros activistas para seguir
- Carly Taylor. @carlytaylor269. Es la novia de James, también australiana. Además de compartir contenidos sobre veganismo y derechos animales, sus temas son el mindfulness y un enfoque holístico de la salud.
- Mic The Vegan. @micthevegan. Es un youtuber oriundo de Chicago, que comparte principalmente recetas y contenidos basados en la ciencia. En su cuenta podés inspirarte si estás haciendo una transición hacia el veganismo.
- Carlota Bruna.@carlotabruna. Es una estudiante de nutrición española que milita sobre los derechos animales y el cambio climático. También es autora del libro Camino a un mundo vegano.
- Jenny Rodríguez. @soyvegana_jenny. Otra española cuyos temas son la alimentación plant-based y los viajes. Comparte recetas –también tiene su propio libro de cocina– y contenidos vinculados con crear una nueva ética animal.
- Colleen Patrick Goudreau. @joyfulvegan. Es una de las difusoras del veganismo más populares e inspiradoras. Vive en Nueva Jersey, tiene varios libros editados (el último se editó en 2019 y se llama The Joyful Vegan) y también podés escucharla en su propio podcast.