Por el planeta: 10 pequeñas iniciativas para lograr grandes cambios

Es una excelente forma de tomar conciencia sobre los desechos que generamos y entender cómo es que terminan en el río y, eventualmente, en el mar. El año pasado en Rosario, por ejemplo, un grupo de 150 voluntarios sacó 1 tonelada de desechos, en su mayoría envases plásticos, durante una limpieza del río Paraná. También, ¡cinco televisores, un colchón y hasta dos sillones! Y si bien hay muchos objetos que se pueden sacar, la gran amenaza también son los microplásticos, más difíciles de eliminar. La idea es moverse para generar conciencia sobre las maneras irresponsables de producir y consumir hoy en día.

Algunas organizaciones que coordinan limpiezas son:

Si bien consumir productos orgánicos está arraigándose cada vez más, aún no los vemos en supermercados y solemos tener que recurrir a las compras online que te los dejan en un punto de retiro o con envío a domicilio. Y en este sentido, ¡la unión hace la fuerza! Podés ponerte de acuerdo con amigas, familia o vecinos para pedir en volumen y reducir costos, ahorrar en combustible si implica trasladarte en auto, tener mayor variedad de productos y reducir en packaging y huella de carbono. Es más barato y más eco-friendly.

Algunas cuentas de IG que venden orgánico:

Si trabajás en una empresa grande, sugerí a tu área de Recursos Humanos que implementen un plan para que los empleados puedan compartir auto. Podés incluso plantear que se otorguen ciertos beneficios a los que lo hacen. ¡O encaralo vos misma! Detectá interesados, mapeá zonas y barrios y armá los grupos. Es una gran manera de que los integrantes de una organización se conozcan e incluso pueden surgir posibilidades de colaboración entre áreas o simplemente de conocer más personas.

Estas apps te ayudan:

En Argentina, todos los años, se desperdician 38 kilos de alimento por habitante, según cifras de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Los números pueden bajar y vos podés contribuir. Si el lugar donde trabajás tiene comedor o planifica eventos, tratá de averiguar si hay mucho desperdicio y combiná con alguna organización que reciba donaciones de comida.

Una de las organizaciones más conocidas es Plato Lleno: podés solicitar el "rescate" de alimentos o incluso participar como "rescatista". www.platolleno.org

La propuesta es hacerlo en grupo. Reuní amigas y cada una asígnese por mes un producto. Elabórenlo en cantidad y después en alguna juntada se lo distribuyen, y pueden ir rotando para que cada una vaya probando crear cosas nuevas. Siempre va a ser más fácil crear uno que crear cinco productos distintos. Jabón para la ropa, detergente, pasta de dientes, champú..., ¡hay mucho para hacer!

Seguí estas cuentas que te pueden dar una mano:

Ponete de acuerdo con tus vecinos, planteá el tema de la separación de residuos en una reunión de consorcio (o armá una juntada vecinal si vivís en un barrio con casas), involucrá al encargado si vivís en un edificio. Seguramente te sorprenda ver cuántos van a querer involucrarse. Esto tiene que estar acompañado de una capacitación sobre la separación de residuos. Hay miles de páginas al respecto o, mejor aún, pedile a algún integrante de la cooperativa que dé una charla.

Algunas cooperativas u organismos que podés contactar:

¿Qué tiene que ver dejar la carne con lo ambiental? La industria carnívora representa casi una quinta parte de las emisiones de gases de efecto invernadero, según la FAO. El movimiento de "lunes sin carne", conocido como meatless mondays, nació en 2003 y propone algo muy factible si todavía comés carne: dejar de hacerlo solo un día de la semana (sugieren los lunes porque la gente lo percibe como un buen día para comenzar cosas nuevas). Estudios indican que si todo el mundo se uniera al movimiento, el impacto equivaldría a sacar 273 millones de vehículos de la calle por un año. Entonces, proponéselo a tus amigas, tus compañeros de trabajo, hagan desafíos, compartan recetas. Entre muchos, es mejor.

Conocé más en www.meatlessmondays.com

Si hay algo que impuso la ola Marie Kondo, es despojarnos, preguntarnos qué cosas necesitamos o, cuando de ropa se trata, qué prendas nos hacen felices. ¿Cuánto tendremos en nuestro vestidor que no usamos? Podés donarla, por supuesto. Otra alternativa es juntarte con amigas o conocidas y organizar ferias de intercambio. ¡Es también una buena excusa para juntarte! La idea es que la ropa siga circulando, generar conciencia sobre el consumo responsable y el cuidado de las cosas. O si necesitás o querés vender tu ropa, también podés hacerlo.

Algunas páginas, lugares y aplicaciones para hacerlo: