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La química del amor, según las neurociencias: ¿qué le pasa a nuestro cerebro cuando nos enamoramos?

Charlamos con Luisina Troncoso, la autora de “Hay química entre los dos”, un libro que explora con data de las neurociencias, qué le pasa a nuestro cerebro cuando nos enamoramos y cómo es posible sostener esa química en una pareja a lo largo de los años.


neurociencia_principal.jpg - Créditos: Getty Images



¿Qué le pasa a nuestro cerebro cuando nos enamoramos? ¿Se puede sostener el enamoramiento o es una utopía? ¿Cuáles son las red flags a las que hay que prestarle atención? Seguramente alguna vez te hiciste esta u otras preguntas acerca de las relaciones de pareja, porque un vínculo amoroso va pasando por diferentes etapas y cada una de ellas, trae sus propios aprendizajes, desafíos, crisis o conflictos. Y cuando todo esto aparece, buscamos respuestas y certezas. “No hay escuela de aprendizaje como la pareja”, dice Joan Garriga, el psicólogo español.

Por eso, charlamos con Luisina Troncoso (@mamasabebien), que acaba de presentar su último libro titulado "Hay química entre los dos", que ella misma define como un "manual de autoconocimiento para vínculos felices". Luisina viene de otro universo: es puericultora y docente de puericultura, y lleva adelante una comunidad en Instagram donde comparte contenidos de maternidad, crianza y cocina. Después de separarse de una relación de 16 años y de armar una pareja nueva, en su mente aparecieron muchas preguntas y todo eso lo volcó en este libro, en donde explora con data de las neurociencias, qué le pasa a nuestro cerebro cuando nos enamoramos y cómo es posible sostener esa química en una pareja a lo largo de los años.

 

¿Por qué se te ocurrió escribir este libro? Vos venís de otro tipo de contenidos...

Sí, yo vengo de otros contenidos. Mi cuenta es @mamasabebien, donde desarrollo más los temas de cocina y maternidad. Soy puericultora y docente de la carrera de puericultura. Los contenidos que yo doy tienen que ver con el amor, de alguna manera. Y la maternidad y la cocina también están unidas al amor, no están alejadas. Porque parte del intercambio que hay entre una diada, ya sea mamá, bebé o una pareja, tiene mucho en común siempre. Y después, el amor y los vínculos y las relaciones, también tienen mucho de sexualidad. De la misma manera que el parto y la lactancia son actos sexuales, aunque cuesta mucho que se entienda de esa manera. Todas estas cosas que yo vengo haciendo y estudiando desde hace un montón de tiempo, y también desde mi experiencia personal, porque estaba separándome después de 16 años de pareja y encontrándome soltera por primera vez después de tanto tiempo y formando una pareja nueva. Y todo eso me dio mucho impulso para querer entender qué nos pasa y por qué nos pasa en los momentos en que nos vinculamos con otra persona. 

¿Cuáles son los fenómenos más fuertes que le suceden al cerebro en el proceso de enamoramiento? 

Para mí, lo más importante es lo hormonal. Lo que nos despierta y que nos cuesta muchísimo entender y controlar, sobre todo, cuando queremos controlar, cuando conocemos a alguien y cuando empezamos a idealizar a esa persona en la primera etapa y que todo se ve de color rosa y nos lleva a una atracción muy intensa, a querer estar con esa persona todo el tiempo, a no poder ver los errores o las red flags que puede tener esta persona. Y esto tiene mucho que ver con la parte hormonal. Estas reacciones que se generan en el cerebro, como estos rush de dopamina, son muy parecidos a los que se generan con otras situaciones de la vida y con otras sustancias.

¿Cómo cuáles, por ejemplo?

Algo que vemos muy comúnmente hoy es la adicción a las redes sociales. Y no solamente nos pasa este rush de dopamina cuando tenemos algunas acciones específicas, sino cuando estamos esperando que eso suceda o sabemos que va a suceder. Entonces, un paralelismo que podríamos hacer es la excitación y la alegría que te produce cuando recibís un like en un posteo o en una historia o cuando te llega un fueguito de alguien o un corazoncito de alguien, eso te genera una dopamina enorme. Y lo mismo pasa cuando sentís que la otra persona te da atención, te mira, te elige de alguna manera y queremos que todo el tiempo esa sensación placentera se repita. Lo mismo pasa con la comida también. Hay un montón de áreas del cerebro que se encienden cuando comemos comida rica o hiperpalatable, que no siempre es lo más saludable, pero buscamos todo el tiempo esa sensación que, obviamente, si se siente bien, vas a querer buscarla todo el tiempo.

Hay química entre los dos (Planeta, solo disponible en ebook)

Hay química entre los dos (Planeta, solo disponible en ebook) - Créditos: Gentileza Ed. Planeta

Del enamoramiento al apego

Ok, ya sabemos que el enamoramiento produce fuegos artificiales en el cerebro. Después llega el apego... ¿y ahí esa química hormonal cambia o se puede sostener con esos niveles de dopamina?

Cambia, pero se puede sostener. Una cosa es estar enamorado, que podríamos decir que es  la primera etapa. Pero para mí lo más importante es encontrar la diferencia entre "estar enamorado", y lo que viene después, que es "elegir amar a alguien". Muchas veces decimos "yo sigo enamorada de mi pareja, a pesar de que pasaron un montón de años". Y desde las palabras, es muy distinto decir "estoy enamorado" que "elijo amar a esa persona". Y más allá de las reacciones que podamos encontrar en el cuerpo y las explicaciones que le podamos dar y toda la parte nerd de la cuestión, podemos elegir amar a esa persona y elegir alimentar esa sensación placentera de estar con el otro y de elegir vivir la vida con el otro desde acciones simples, como recordarnos por qué nos amamos, revivir toda esa etapa del principio que era preguntarle cuáles son las cosas que le gustaban, porque eso va a ir cambiando a lo largo de la vida. Está bueno revivir esas primeras citas de alguna manera y encontrarnos desde los actos lindos que podamos hacer por otra persona, prestarle atención. Algo tan simple como cuando estamos hablando, dejar el celular apoyado y mirarnos a los ojos. Todo lo que tenga que ver con el contacto físico también va a generar un montón de oxitocina y serotonina. Y queremos seguir alimentando todo eso. Y no es difícil, porque son cosas de la vida diaria que podemos hacer por el otro y no dar por sentado a la otra persona. Muchas veces decimos: "me separo porque se acabó el amor". ¿Se acabó el amor o se acabó como esta sensación hiperplacentera del principio y seguimos buscando eso todo el tiempo? Y quizás no es lo mismo que al principio, simplemente porque tenés que elegir amar a esa persona con todo lo que trae. Quizás no siempre vas a estar súper divertida con esa persona. Tenés que bancarte que haya momentos aburridos, tenés que bancarte que haya momentos en los que estén en distintos lugares. Y no sé si la palabra es "bancarte", porque eso quiere decir que hay cosas negativas, pero tenés que elegir amar a esa persona en todos los estadios que tenga de su vida. Por momentos, va a haber cosas malas y va a haber cosas negativas que le pasen a uno y tenemos que elegir acompañarlo. Elegir pasar la vida con alguien no es todo el tiempo estar en el pico de la montaña rusa y también elegir que tiene que haber subidas y bajadas por momentos.

Química saludable vs química no saludable

El contacto físico genera hormonas que favorecen el apego.

El contacto físico genera hormonas que favorecen el apego.

En el libro, hablás de algo lindo que es la química saludable del amor, versus la química no saludable. ¿Por qué creés que a veces nos atrae más la no tan saludable?

Por un montón de factores. Tenés una cita, salís con una persona, te sigue mandando mensajes, te sigue dando atención, pero de un día al otro desaparece y no sabes por qué. Pero después, vos hacés algo y de repente, esta persona vuelve a mandarte un mensaje. Y a la vez siguiente, vuelve a desaparecer. Y así este refuerzo se va internalizando y vos creés que alguna de las acciones que vos hiciste generó este rechazo o esta aceptación. Entonces tu cerebro va a buscar respuestas de qué es lo que hiciste para que la otra persona te responda o te deje de responder. Y quizás la respuesta es que la otra persona no tiene las herramientas suficientes para vincularse con vos. Esta sensación de "te doy, pero te quito", es muy adictiva también. Es tratar de buscarle la vuelta y buscarle las respuestas a esto que quizás es más del otro lado que nuestro.

¿Y las claves para una química saludable cuáles serían para vos?

Para mí, es la comunicación ante todo. Es dejar claro a la otra persona qué es lo que querés en este momento. Pero hay muchísimo miedo a comunicarle al otro qué es lo que queremos. Me pasa que la gente que entrevisté, muchas decían "yo quiero salir con alguien y quiero tener una pareja". Pero sobre todo, a las mujeres nos cuesta mucho decirle eso a la otra persona, "mirá, quiero salir con la intención de formar una pareja". Siempre tenés que hacerte como la que "vamos viendo". Si pudiéramos comunicarnos y pudiéramos decirle al otro desde el principio "yo tengo ganas de salir con alguien con este fin", sería mucho más claro.

¿Cuáles sentís que son las heridas que tenemos las personas a la hora de vincularnos? ¿Cuáles son los enemigos a combatir para poder a vincularnos sanamente con un otro?

El miedo. El miedo al abandono, el miedo a no tener el amor del otro, el miedo a pedir lo que necesitas cuando lo necesitás... ¿Por qué si puedo decir lo que quiero y lo que necesito, tengo que estar haciendo un juego? Me parece que sacarnos el miedo a vincularnos de la manera que sea que tengamos ganas, estaría bueno.

¿Y qué aprendiste vos haciendo este libro? Vos te definías como"una adicta al amor"... 

Bueno, yo empecé a escribir este libro y fue un gran trabajo de introspección. Estaba comenzando una relación con quien es mi pareja hoy, armando una familia en ensamblada, tenemos tres hijos juntos entre los dos. Y fue empezar a estudiar, al mismo tiempo que empezaba una relación nueva. Y aprendí un montón de cosas. Y encontrarme escribiendo sobre estas cosas y entendiendo por qué me pasaban las cosas que me pasaban, me sirvió para elegir seguir con esa relación y seguir alimentando todo esto. Como, "ok, ¡mirá si encontré el amor para siempre!". Algo que en mi vida jamás había pensado que me iba a pasar... y me enamoré como nunca antes en mi vida. En el medio de todo este proceso. Y armamos una familia y estamos planeando vivir juntos. Y todo fue como "ok, todo esto que estoy escribiendo lo estoy viviendo y me sirve para contárselo a otras personas". Porque creo que no hubiera sido lo mismo si no hubiera vivido esta relación. 

O sea, ¿ahora creés en el amor para toda la vida?

Yo apuesto al amor para toda la vida en este momento. Así que creo que sí que es posible: el final del libro trabaja las herramientas para sostener y para comunicar de forma efectiva qué es lo que queremos y lo que no queremos, tanto en cuanto a lo vincular como lo sexual.

"Hay química entre los dos": un manual para vínculos más sanos

¿Cuál es la diferencia entre el amor, la lujuria y el apego? De la ciencia a la experiencia, cuando nos vinculamos con alguien que nos gusta y el deseo nos atraviesa, se desatan determinadas reacciones en nuestro cuerpo que no podemos controlar y que nos llevan a tomar decisiones que no son las que tomaríamos en otras circunstancias. ¿Qué pasa si supiéramos cómo funciona nuestra fisiología cuando nos atrapa el deseo, cuando nos enamoramos o pensamos con lujuria? Podemos ser más conscientes si sabemos cómo funciona y tenemos información para poder tomar mejores decisiones y pasarla mucho mejor.

Es de Editorial Planeta y en formato ebook sale $3000.

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