
Bruxismo por estrés: cómo detectarlo en tu rostro y qué hacer para aliviarlo de forma natural
Tensión en la mandíbula, ojeras persistentes y dolor cervical pueden ser señales de bruxismo, un reflejo del estrés emocional. Cómo influye en tu estética facial y qué podés hacer para revertirlo, con ejercicios simples y efectivos.
30 de mayo de 2025

Bruxismo por estrés: cómo detectarlo en tu rostro y qué hacer para aliviarlo de forma natural - Créditos: Prensa
¿Te despertás con tensión en la mandíbula, dolor en las sienes o el cuello, o sentís zumbidos que no se callan? ¿Notaste tu rostro más ancho o con ojeras persistentes, incluso durmiendo bien? Detrás de todo eso, puede estar actuando silenciosamente el bruxismo.
Este hábito involuntario de apretar o rechinar los dientes —sobre todo durante el sueño— se ha convertido en una respuesta frecuente al estrés emocional crónico. Y sus efectos no solo se sienten: también se ven. Esto es lo que plantea la especialista en Yoga Facial y desbloqueo miofascial Carolina Winograd.
El estrés que se imprime en tu cara
La tensión sostenida no se evapora: se acumula en los tejidos. La articulación temporomandibular (ATM), y especialmente los músculos maseteros, se convierten en depósitos de esa carga emocional no expresada. Con el tiempo, esta sobrecarga muscular no solo genera dolor: altera el equilibrio estético del rostro, ensanchando el tercio inferior, desdibujando el óvalo facial y endureciendo la expresión.
Además, la presión crónica en esta zona puede dificultar la circulación y el drenaje linfático, lo que fvorece la aparición de bolsas debajo de los ojos y ojeras persistentes. Muchas veces atribuimos estos signos al cansancio o la edad, pero también hablan de un rostro saturado de tensión interna.
La lengua también habla (aunque no digas nada)
Puede parecer un detalle menor, pero la posición de la lengua tiene un impacto enorme en el equilibrio de la mandíbula, el cuello y hasta la postura general. En reposo, debería descansar suavemente contra el paladar superior. Esa leve presión ayuda a alinear la mandíbula, descargar tensión y sostener de forma equilibrada la cabeza.
Sin embargo, bajo estrés crónico, bruxismo o respiración bucal, la lengua pierde su postura ideal y desencadena un efecto dominó: mayor presión mandibular, tensión cervical, colapso en las vías aéreas y más dolor. Por eso, tomar conciencia de su colocación cuando la boca está en reposo es un primer paso hacia el alivio.
El bruxismo emocional
El bruxismo no aparece porque sí. Es muchas veces una señal de que algo necesita ser escuchado. Entre las causas emocionales más comunes se encuentran:
- Ansiedad no expresada: emociones contenidas que el cuerpo intenta "masticar".
- Cargas emocionales excesivas: la sensación de tener que sostener todo.
- Perfeccionismo y necesidad de control: la rigidez mental se refleja en el cuerpo.
- Bloqueo de la autoexpresión: lo que no decimos también busca una vía de escape.
- La mandíbula —ese puente entre la mente y el cuerpo— puede convertirse en refugio de lo no procesado. Pero así como el estrés lo genera, la conciencia corporal y emocional puede disolverlo.
Una nueva forma de cuidarte (y verte mejor)
A través de prácticas que integren movimiento, respiración, autoobservación y liberación muscular, como el Yoga Facial o las técnicas de desbloqueo miofascial, es posible devolverle al rostro su elasticidad natural, reconectar con una energía más vital y mejorar la calidad de vida.
Con ejercicios específicos, podemos:
- Relajar los músculos masticatorios y devolver elasticidad a la mandíbula.
- Reducir la hipertrofia muscular que desdibuja el rostro.
- Mejorar la circulación linfática y sanguínea, suavizando ojeras y bolsas.
- Corregir la postura cervical, aliviando tensión en cuello y hombros.
- Pacificar los tejidos y calmar la mente.
Más que un cambio estético, es un cambio de percepción: conectar con vos y empezar a cuidarte mejor, de forma más simple y real.
Ejercicio clave para aliviar el bruxismo y relajar la mandíbula
Este ejercicio simple ayuda a liberar tensión en la mandíbula, proteger las articulaciones temporomandibulares y mejorar la circulación facial:
- Sentate cómoda, con la espalda recta y los hombros relajados.
- Colocá las yemas de los dedos índice y medio sobre las ATM (justo frente a las orejas).
- Apoyá los pulgares debajo de la mandíbula, a ambos lados, generando soporte.
- Pegá la lengua al paladar, justo detrás de los dientes superiores.
- Desde esa posición, abrí lentamente la boca, aplicando una ligera presión con los dedos y resistencia con los pulgares.
- Cerrá despacio la boca, siempre con la lengua en el paladar.
- Repetí el movimiento de forma lenta, controlada y consciente durante 1 minuto.
Beneficios:
- Libera tensión acumulada en la zona mandibular.
- Protege las articulaciones y mejora su alineación.
- Favorece la circulación y suaviza la expresión facial.
- Reduce síntomas de estrés emocional.
Importante: si sentís dolor agudo, chasquidos o tenés un diagnóstico de disfunción de ATM, consultá con tu odontólogo antes de realizar este ejercicio.
Escuchar lo que tu cuerpo te quiere decir
Entender por qué tu cuerpo se manifiesta bruxando y cómo podés aliviar esa tensión de forma integral te devuelve un poder inmenso: el de transformar tu bienestar desde adentro. No se trata solo de relajar un músculo: se trata de procesar emociones, restaurar tu energía y recuperar un estado de calma que el día a día te viene robando.
Experta consultada: Carolina Winograd, especialista en Yoga Facial y desbloqueo miofascial. Fundadora de Kaliope Glow. Más información en @kaliope.glow.
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