Llegó la otitis: ¿cómo prevenir y curar? - Créditos: Getty
Llegó el verano y, nuevamente, con el arribo de la temporada estival, las piletas y los cursos de agua son la solución para paliar las intensas jornadas de calor.
Pero nadie está exento (incluso los adultos) de tener una otitis externa (OE), patología también conocida como otitis del nadador o de las piscinas. El médico otorrinolaringólogo del Hospital Italiano Juan Carlos Razetti informa que se trata de una inflamación del conducto auditivo externo (CAE) causada habitualmente por una infección.
La humedad y las alteraciones del epitelio del CAE favorecen que la flora habitual provoque la infección. Los gérmenes más frecuentes son Pseudomonas aeruginosa y Staphylococcus aureus.
El síntoma principal es la otalgia, que puede ser muy intensa, con un dolor que se acentúa al traccionar el pabellón auricular o al presionar el cartílago que precede al CAE. Es decir, el malestar aumenta cuando se lo presiona o al tocar o mover la oreja. También puede haber secreción, fiebre y si el conducto se encuentra muy inflamado, hipoacusia.
Tal como detalla el especialista. suele ser unilateral, aunque hasta un 10 por ciento de los casos son bilaterales. Los más graves pueden constituir una verdadera infección del tejido celular subcutáneo (denominado celulitis).
Un 10% de la población la tiene en algún momento de su vida, con un pico de incidencia entre los 7 y los 12 años, sin diferencias entre sexos.
Es más frecuente en verano porque el hecho de que los niños estén más tiempo ociosos hace que en sus casas o en colonias de vacaciones permanezcan más tiempo en el agua.
Hay pacientes más proclives a tenerla, ya sea por cuestiones anatómicas (tamaño del CAE) o por menos producción de cera -protector natural que lubrica el CAE y por su pH ácido inhibe el desarrollo bacteriano-.
Hay que diferenciarla de la otitis media, que es un proceso inflamatorio del oído medio, puede ser bacteriana - causada por neumococo o por Haemophillus influenzae-, o por los virus que producen cuadros gripales. Se manifiesta con síntomas como fiebre, dolor de oído, hipoacusia (disminución de la audición) y, en ocasiones, supuración del oído.
¿Cómo prevenir o curar la otitis?
Para aquellos pacientes que tuvieron más de un episodio, existen métodos preventivos, como la instilación en el conducto auditivo de soluciones oleosas o de aceite de oliva, entre otros, previos al día de pileta, o la utilización del secador de pelo en frío en el CAE, posterior a la jornada de piscina, y la colocación de gotas de alcohol boricado.
Una vez contraída la enfermedad, en general, se trata alejando al paciente del agua por una semana y con gotas óticas con ciprofloxacina y corticoides, y si hay secreciones, hay que limpiarlas previamente.
Siempre consultar con el médico porque existen complicaciones severas y, a veces, amerita otros tratamientos.
Experto consultado: Juan Carlos Razetti, médico otorrinolaringólogo, servicio de Otorrinolaringología del Hospital Italiano de Buenos Aires.
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