Día Mundial de la Salud Sexual: ¿qué significa y por qué se celebra?
Desde 2010 se conmemora cada 4 de septiembre para sensibilizar y promover la sexualidad como un aspecto esencial del ser humano. Este año, se pone el eje en el consentimiento.
4 de septiembre de 2023
Día Mundial de la Salud Sexual: cómo cuidarnos. - Créditos: Getty
Cada 4 de septiembre se conmemora el Día Mundial de la Salud Sexual. Desde 2010, la Asociación Mundial para la Salud Sexual (AMSS) estableció esta fecha para "sensibilizar y promover la sexualidad como un aspecto esencial del ser humano y un elemento de la salud reproductiva que debe ser satisfactorio, saludable y sin riesgos para la población".
De acuerdo al consenso internacional, "la salud sexual requiere un abordaje positivo y respetuoso de la sexualidad y las relaciones sexuales, así como la posibilidad de tener experiencias sexuales placenteras y seguras, libres de coacción, discriminación y violencia”.
Cada año, se suma un nuevo lema y en 2023 la AMSS eligió mundialmente un concepto: "Consentimiento". Destaca como premisa fundamental que todas las interacciones sexuales deben basarse en el acuerdo mutuo y el respeto de los deseos y límites de cada persona. También, nos convoca a hablar claramente sobre el tema y reconocerlo como un elemento crucial de cualquier encuentro sexual saludable y placentero.
En este día, el Ministerio de Salud de la Nación recordó: "Los derechos sexuales son derechos humanos básicos y fundamentales que deben ser abordados con perspectiva de género y discapacidad".
La psicóloga y sexóloga Denise Regadío también se detiene en el Día Mundial de la Salud Sexual, "entendida como un estado de bienestar físico, mental y social en relación con la sexualidad". Y agrega: "Es importante visibilizarla e incluirla en los protocolos de diferentes ramas de la medicina".
Según explica, la sexualidad evolucionó junto con la mentalidad del ser humano. "Comenzó en la prehistoria como una simple satisfacción del impulso reproductivo, luego ocupó un sitio en las creencias religiosas y, más tarde, fue perseguida y reprimida por la sociedad. Cada cultura en cada época posee su propia escala de valores, normas, costumbres, ideologías, leyes, etc.", señala.
En la actualidad se festeja mundialmente este día y se hace hincapié en la salud sexual como un estado de bienestar físico, mental y social y es considerado un derecho humano.
"En esta era, cuando las canciones, los libros y el arte nos hablan de sexo, hasta incluso de forma explícita. ¿Somos realmente conscientes de lo que significa tener una sexualidad saludable? ¿Alguna vez te detuviste a hacer un recorrido sobre tu sexualidad, tus inicios, la información que tenías en ese momento, pensaste en los mitos y prejuicios que la atravesaron en tu vida?", lanza la sexóloga en sus redes sociales, como un modo de interpelarnos en un tema tabú.
"Una vida sexual saludable es mucho más que sexo. Impacta de forma positiva sobre la persona en su totalidad, aumenta su autoestima y mejora las relaciones con otras personas. Todo eso se traduce en un bienestar interior físico y mental", enuncia la experta.
Y se detiene en el lema de este año, el consentimiento informado. Tal como contamos en OHLALÁ!, el consentimiento sexual es la aprobación expresa de una persona que no está bajo ningún estupefaciente para tener un acto sexual. La persona puede decir que sí al encuentro y, en cualquier momento, arrepentirse; ahí deja de haber consentimiento. Si alguien no respeta eso, es abuso o violación, dependiendo de si hay acceso carnal o no. También la persona puede arrepentirse o decir que no a alguna de las prácticas o cuidados dentro del encuentro sexual. Si alguien sigue avanzando sin consentimiento es abuso o violación.
"El concepto de consentimiento cobró relevancia a través de los años hasta convertirse hoy en condición inicial y fundamental para vivir la sexualidad de forma libre y placentera", dice la psicóloga. Y plantea: ¿Te hablaron de consentimiento en tu despertar sexual? ¿Alguna vez? ¿Sabías que el consentimiento es explícito, reversible en cualquier momento y/o situación?
Cualquier actividad sexual requiere consentimiento y también en muchos escenarios no sexuales. Por ejemplo, para besar, abrazar, compartir algo (como una comida), tocar cualquier parte del cuerpo, tomar o compartir fotografías o videos eróticos.
El consentimiento plantea un desafío a la hora de pedirlo y obtenerlo. Como dijimos, debe ser libre, informado, voluntario, reversible y específico para ciertas prácticas. Esto es independiente del género, la orientación sexual, de que exista o no una relación de pareja o de que sea un vínculo ocasional.
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