Shoshin: la mentalidad japonesa que te acerca a la felicidad
La actitud “shoshin” te acerca a la felicidad y está avalada por las neurociencias. Según la filosofía japonesa, las infancias son las únicas que tienen esta actitud de manera natural; pero se puede recuperar en la adultez.
3 de junio de 2024
La actitud shoshin responde a la mente del principiante, la que tiene grandes cualidades emocionales como la curiosidad, el entusiasmo, la creatividad, el asombro y el optimismo. - Créditos: Getty Images
El término “shoshin” significa "mente de principiante" y proviene de un concepto del budismo zen y las artes marciales japonesas. Para acercarnos a la felicidad, la necesidad de ser permeables y curiosos, como los niños, es fundamental.
Como dice el neurocientífico David del Rosario, los niños reconocen su ignorancia y así se abren a explorar. Responde, entonces, a una mentalidad ante la vida que nos llevaría a afrontar con entusiasmo y sin prejuicios casi cualquier cosa. La mente del principiante conlleva grandes cualidades emocionales como la curiosidad, el entusiasmo, la creatividad, el asombro y el optimismo.
El término shoshin proviene de un concepto del budismo zen y las artes marciales japonesas. - Créditos: Getty Images
Asimismo, en el libro La Buena Vida de Robert Waldinger, profesor de la Universidad de Harvard y director del mayor estudio sobre felicidad humana realizado hasta el momento, también habla del “shoshin” de manera directa. "En la mente del principiante hay muchas posibilidades -escribió- pero en la del experto hay pocas. Todos nos sentimos expertos en nuestras vidas y el reto está en permanecer abiertos a la posibilidad de aprender más de nosotros mismos para permitirnos ser principiantes".
Todo apunta a que, mantener la mente abierta, receptiva, con curiosidad y con cierto grado de fascinación por descubrir cosas nuevas, nos acerca a la felicidad como sucedía en la infancia.
Qué dice la neurociencia acerca del Shoshin
"No vivimos la vida, vivimos nuestra imagen mental de la vida; la que hemos creado a partir de nuestro contexto, cultura y experiencias”, dice en repetidas ocasiones el neurocientífico David del Rosario, profesor universitario y miembro del grupo de investigación en Genética Humana y de mamíferos de la Universidad de Alicante.
Al mismo tiempo, puntualiza: “Tengo la posibilidad de dejar de pensar la vida y, en su lugar, comenzar a vivirla abriéndome al encuentro, a la fantasía, al aprendizaje. Lo que más nos acerca a la felicidad es soltar nuestras imágenes mentales y nuestros puntos de vista. Entonces, la vida empieza a sorprendernos, porque no es como la como la pensamos, la vida es como es. Desde la ignorancia, empiezas a cuestionar las cosas que piensas y, empiezas a ver tus pensamientos, no como hechos, sino simplemente como propuestas de tu cerebro, como posibilidades. La realidad es la que es".
El shoshin apunta a que vivenciemos cada experiencia con la frescura y la curiosidad de los chicos. - Créditos: Getty
4 claves para aprender a ser feliz según el Shoshin
1. Aprender de los errores
Tomar los errores como una oportunidad para aprender y mejorar es esencial para poder tener éxito, pero también para poder vivir más relajadas/os, con mayor autoconfianza en quienes somos y cómo actuamos, y para disfrutar de la experiencia de construir el presente y el futuro anhelado, tanto en el plano personal como profesional.
2. Salir de la zona de confort
Buscar un nuevo hobby, una actividad que no habías intentado o probar una comida distinta te puede abrir la mente, te puede enseñar cosas importantes. Esta simple acción puede ayudar a trabajar la valentía y la seguridad, y también puede ayudarnos a vivir con mayor felicidad. La mente abierta también puede llevarnos a conocer personas interesantes o a descubrir gustos que ni siquiera sabíamos que teníamos.
3. Tomar cada experiencia como una oportunidad de aprendizaje
La base del Shoshin es tener una mentalidad de principiante, de alguien que no lo sabe todo y que está dispuesta a prender todo lo que pueda, pero esto no solo aplica a la escuela, las clases o a las nuevas tecnologías, sino que es esencial buscar ese aprendizaje en cada experiencia de la vida cotidiana. Cuanto mayor empatía sostengas con cada una de las experiencias vividas (sin juzgarlas como “buenas” o “malas”) nuestra mente se vuelve cada vez más ágil y poderosa.
El término “shoshin” significa "mente de principiante". - Créditos: Getty Images
4. Escuchar a los demás y no desestimar sus opiniones
Saber escuchar no solo ayuda a construir mejores vínculos con las demás personas, sino que también nos aporta información valiosa para poder cuestionar de manera cada vez más completa la realidad que nos rodea. Además, nos ayuda a desafiarnos, a intentar mejorar un poquito más cada día, y cuando es necesario, nos permite cambiar de opinión y a reconocer cuando cometemos un error. Reconocer el error, lejos de debilitarnos nos vuelve más íntegros y fuertes como personas.
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