Descubrí Uruguay 2026: el destino poco conocido para descansar y desconectar de la rutina

Uruguay sigue posicionándose como una de las opciones más atractivas de la región para quienes buscan vacaciones en contacto con la naturaleza. Más allá de sus playas clásicas, el país sorprende con rincones silenciosos, rodeados de sierras y verde, que invitan a bajar un cambio y alejarse por completo del ritmo cotidiano.

Uno de esos lugares es Villa Serrana, un pequeño poblado del departamento de Lavalleja, a poco más de dos horas de Montevideo. Con menos de 100 habitantes, conserva una atmósfera calma donde el paisaje es el gran protagonista.

Entre bosques nativos, arroyos y caminos sinuosos, Villa Serrana se vuelve ideal para quienes disfrutan de la vida al aire libre. La tranquilidad es inmediata: no hay ruidos de ciudad ni grandes construcciones, solo la presencia constante de la naturaleza.

Los senderos que atraviesan los montes son una de las propuestas más elegidas. También suele visitarse la gruta del Padre Pío, un punto cargado de simbolismo que recibe a turistas y locales.

A pocos kilómetros del pueblo se encuentra el Salto del Penitente, uno de los paisajes más famosos de Lavalleja. Sus cascadas, el aire fresco y las formaciones rocosas crean un entorno perfecto para caminar, descansar frente al agua o aprovechar actividades como cabalgatas y paseos por el valle.

La zona también invita a detenerse en miradores naturales, disfrutar del contacto con el bosque y descubrir la calma que le dio identidad al lugar.

Villa Serrana está ubicada cerca de la ciudad de Minas, en un entorno serrano que combina vegetación, silencio y vistas amplias. Además de su belleza natural, la región cuenta con una oferta gastronómica sencilla pero representativa de la cocina típica uruguaya, ideal para completar la experiencia.

Cómo llegar:

Desde Montevideo, es posible llegar tanto en auto como en transporte público.

• En ómnibus: se puede tomar una de las líneas que viajan hacia Melo, Treinta y Tres o Río Branco y descender en la parada del kilómetro 140 de la Ruta 8.

• En auto: el recorrido sigue el mismo camino y permite disfrutar del paisaje en todo el trayecto.