Netflix: 6 series que no deberías dejar de mirar

Si bien podríamos considerar a Better Call Saul como un clásico de los clásicos, es cierto que el spin-off de Breaking Bad no logró la masividad de su serie madre. Centrándose en el personaje de Saul Goodman (ese abogado bastante trucho que ayuda a Walter White) y mostrándonos tanto su pasado como su futuro, la principal intención de esta ficción es mostrarnos cómo un tipo llamado Jimmy se termina convirtiendo en el abogado número uno de los narcos.

Por qué la amo fuerte: tanto si sos fan de Breaking Bad como si nunca la viste en tu vida, Better Call Saul es una propuesta súper mega interesante si te copa la parte técnica de las series. Desde su musicalización hasta su fotografía, para pasar por los guiones y las actuaciones y terminar con la cinematografía y construcción  de escenarios, todo y cada uno de los elementos son brillantes. Si nada de esto te interesa, vas a encontrarte con una gran historia, muy bien contada y atrapante.

Basada en una novela gráfica, en The Umbrella Academy tenemos una historia que perfectamente nos puede hacer acordar a los X-Men o a Doom Patrol. La serie arranca cuando -por un extraño fenómeno- mujeres que no estaban embarazadas dan a luz a un gran número de bebés que, más tarde, nos enteramos que tiene poderes especiales. A siete de ellos los adopta un extravagante multimillonario, quien los va a entrenar y así conformar la Academia. Luchando contra malos, este imperfecto grupo va a salvar al mundo... un par de veces.

Por qué la amo con fuerza: si bien está claro que no estamos hablando de una de esas series que te van a cambiar la vida, The Umbrella Academy es una producción muy pero muy divertida. Con un elenco que la rompe, cada una de las temporadas supo tener su propia identidad y regalarnos entretenimiento asegurado.

Técnicamente una producción de Channel 4, esta ficción también estuvo basada en un cómic. Siguiendo la sinopsis oficial, podríamos decir que la serie se centra en dos adolescentes que no terminan de adaptarse en su grupo de pertenencia y, ante esto, deciden escapar de sus casas. Ella con una personalidad muy extravagante y bocona, él un asesino serial que solo sueña con matarla para tener su primera víctima.

Por qué la amo con fuerza: creo que el humor británico es muy particular y no tiene miedo de ir a los lugares más oscuros y bizarros que podamos imaginar. The End of the F***ing World es una excelente prueba de esto, al punto en que estamos viendo a dos personajes completamente extraños y logrando (cierto) nivel de empatía con ellos. Con una banda de sonido que es una locura de hermosa, además está muy bien filmada y sus actores principales (Alex Lawther y Jessica Barden) son el todo.

Aunque el mundo de las docuseries está viviendo un boom bastante particular, no son tantas las que logran un altísimo nivel de producción. Pretend It's a City tiene a Martin Scorsese detrás y se centra -básicamente- en él charlando sobre diferentes tópicos con la autora Fran Lebowitz. Desde la movida green hasta la importancia de la representación de la diversidad, cada conversación tiene como principal escenario la hermosa ciudad de Nueva York.

Por qué la amo con fuerza: sin realmente saber quién era Fran Lebowitz, me encontré con una autora veloz, ácida y sin pelos en la lengua. Opines lo mismo o no que ella, escucharla hablar es interesante, atrapante y -debo confesarlo- demasiado gracioso. El resultado es una docuserie brillante, que se anima a ser políticamente incorrecta y con la cual te quedas ¡días! pensando.

Si hablamos de series animadas para adultos, BoJack Horseman no es solo aquella que lo reinició todo, sino también las que plantó las bases del camino a seguir. La historia nos lleva a un mundo en donde los seres humanos conviven con animales antropomorfo, nuestro protagonista se llama BoJack  y lo conocemos en la decadencia de su carrera. Un actor muy conocido de los años 80, ahora vive del pasado y tiene que hacer frente a una enorme crisis existencial.

Por qué la amo con fuerza: pocas series me hacen llorar tanto como BoJack Horseman la cual -debo confesar- entra con facilidad en las ficciones que me cambiaron la vida. Con una propuesta estética muy interesante y diferente de las cosas que veníamos viendo, la densidad de su relato es absolutamente demoledor: te deja sin aire, te deja movilizado, te deja pensando a mil por hora. 

Volviendo al mundo de los k-dramas, uno de los últimos éxitos de Netflix fue Woo, una abogada extraordinaria. Estructurada como una serie procedimental en donde en cada episodio se trabaja un caso independiente, ella es una abogada con autismo que es contratada por uno de los estudios más importantes de Corea del Sur. Con un equipo que a veces la apoya y otras tantas la desafía, la acompañamos en ese día a día en donde Woo se demuestra de todo lo que es capaz... y todo lo que la sociedad debería aprender sobre el autismo.

Por qué la amo con fuerza: les traje algo para reírse, algo para reflexional, algo para llorar, algo para admirar... Woo, una abogada extraordinaria es mi algo para ser feliz. Con personajes absolutamente hermosos, humanos y cálidos, la historia -a pesar de tener momentos difíciles- es una de esas que dan muchísimo calorcito en el corazón. La mirás y terminás con una sonrisa... no falla.