5 acciones con las que impulsarás hábitos más saludables y te harán más feliz

Elegir ropa interior de algodón. La ropa interior hecha de fibras naturales, como el algodón o la seda, es la más amigable para tu piel. Permite la transpiración y libera la humedad de la zona, lo que genera una mejor oxigenación y evita, así, futuras infecciones. Por el contrario, las fibras sintéticas (como el nylon o la lycra) provocan fricción, lo que puede generar irritaciones o reacciones alérgicas.

Consejos para el lavado
- Usá jabones sin perfume.

- Es recomendable lavar estas prendas a mano y con agua fría.

- El secado ideal es al sol, evitá dejarla en el baño, donde generalmente hay vapor.

Fortalecer tus uñas. Las uñas se dañan por muchos motivos, principalmente por el uso de productos químicos sin protección. Ahora, ¿qué podemos hacer para evitar que se quiebren o pongan feas? Para que tus uñas no se vuelvan frágiles o quebradizas, ponelas en remojo en agua tibia unos minutos y después hidratalas con vaselina o con una crema con urea, esto va a humectar la cutícula y beneficiar directamente las uñas.

Claves para cuidarlas

- Usá jabones amigables (como los SYNDET, que tienen un pH parecido al de la piel).

- Ponete guantes para manipular productos de limpieza.

- Evitá los removedores con acetona y sacate el esmalte todas las semanas.

- Usá base antes de pintarlas para evitar los cambios de pigmentación.

- Probá esmaltes hipoalergénicos.

- Si optás por el esmaltado semipermanente, ¡acordate de ponerles protector o guantes protectores a tus manos! y dejá descansar tus uñas, evitá hacerlo todo el tiempo.

- ¡No te arranques el esmalte!

Comer más vegetales. Ya sabemos que hacen bien a nivel alimenticio. ¿Pero sabías que también colaboran en tu rutina de skincare? Para tener una piel sana y luminosa, es importante evitar las grasas y alimentos procesados y los azúcares, además de mantener una alimentación rica en vegetales, frutas, granos y legumbres. Estos alimentos son ricos en antioxidantes y aportan vitaminas, minerales, etc. Por lo tanto, son los mejores aliados para tener una piel más radiante.

Dormir siestas. Según un estudio de la NASA, una siesta de 26 minutos mejora el rendimiento en un 34% y el estado de alerta en un 54%. Está demostrado que, además, baja la tensión arterial, mejora la memoria y reduce el estrés. Sin embargo, hay una alarma en este hábito: tomalo como consejo solamente si no tenés problemas de sueño y respetás tus 8 horas de buen descanso todos los días. ¿Por qué decimos esto? El 70% de la población mundial duerme poco o mal; puede ser porque duermen pocas horas, porque roncan o tienen insomnio. Si estas personas utilizan la siesta como herramienta para subsanar el problema, profundizan el conflicto.

Una breve explicación médica. Mientras estás despierta, vas utilizando en tu cerebro energía a través del ATP (adenosín trifosfato); cuando lo vas usando, vas liberando fósforo y al final te queda la adenosina. Y cuando el cerebro nota que hay demasiada adenosina, identifica que estuviste mucho tiempo consumiendo energía (por ende, que hace bastante que estás despierta) y ya deberías irte a dormir. Es decir, el sueño aparece cuando hay mucha adenosina en tu cerebro. Esta adenosina se lava mientras dormís: cuando te levantás a la mañana, tenés adenosina cero y durante el día vas acumulando hasta que el cerebro mide mucha cantidad y te empieza a agarrar el sueño. Eso debiera ocurrir 16 horas después de haberte despertado. Ahora, si vos al mediodía te dormís una siesta, vas a lavar esa adenosina, por eso se le recomienda a la gente que tiene insomnio que no duerma siestas.

Limpiar tu cara todas las noches. Es sumamente importante porque tenés todos los residuos de la polución diaria, el protector solar, los restos del maquillaje, etc. Si te vas a dormir sin limpiarla, se te van a tapar los poros y aumentás el riesgo de tener acné.

Productos que sí

- Agua micelar: las micelas son moléculas capaces de atraer la suciedad y el sebo del rostro, los atraen y los transportan a través del agua para eliminarlos de la piel. Es un producto que permite limpiar y desmaquillar, sin ser nocivo para la barrera cutánea si se lo usa correctamente. En general, puede usarse en todo tipo de piel.

- Si tu piel es grasa: elegí productos formulados en gel o espumas, pueden contener ácido salicílico para lograr exfoliación y seborregulación.

- Si tu piel es sensible: quedate con aquellos limpiadores suaves, formulados con agua termal o agentes descongestivos.