El árbol mini que da sombra sin ocupar espacio en tu balcón

Más allá de su estética mediterránea –que combina con todo–, el olivo enano tiene un plus: crece hacia arriba y no hacia los costados, lo que permite disfrutar de una copa generosa sin perder metros útiles.

Además:

• Tolera muy bien el sol pleno, lo que lo hace ideal para orientar balcones hacia el norte o el oeste.
   
• Requiere poco mantenimiento: es resistente, noble y no necesita riegos constantes.
   
• Se adapta perfecto a macetas de tamaño mediano o grande, que ayudan a controlar su crecimiento.
   
• Ofrece sombra suave y pareja, ideal para generar un pequeño oasis verde sin oscurecer demasiado el ambiente.
   
• Para quienes prefieren un look más frondoso, existen otras alternativas enanas y compactas que cumplen la misma función: el crespón enano, la morera sin fruto (variedades mop-top) o el acer buergerianum enano, todos manejables y pensados para espacios chicos.

El olivo enano puede convertirse en el punto focal de un balcón, acompañar un juego de sillones en la terraza o sumar verde a un patio interno. Su copa, aunque pequeña, genera la sombra justa para bajar la temperatura del espacio y hacerlo más habitable.

En balcones angostos funciona perfecto porque su tronco estilizado deja libre la circulación; en patios puede colocarse en maceta grande como árbol solitario; y en terrazas combina bien con canteros bajos, suculentas y gramíneas.

La buena noticia: no hace falta ser una experta en jardinería. Con algunos cuidados básicos, el árbol se mantiene sano y prolijo:

• Riego moderado: solo cuando la tierra se seca.
   
• Luz abundante: lo ideal es sol directo varias horas al día.
   
• Poda suave una vez al año para mantener su forma redondeada.
   
• Maceta con buen drenaje para evitar exceso de humedad.

Si el espacio es muy chico, conviene optar por una maceta alta y angosta para acompañar su porte vertical y evitar que ocupe el sector de paso.