Microdosis de hongos: ¿en qué consiste y cuál es el protocolo para tomarla?

Quienes practican la microdosis explican que, en la últimas dos décadas, se dio un renacimiento de las sustancias psicodélicas y una curiosidad sobre su uso terapéutico, dándoles a estas una nueva oportunidad de deshacer el estigma que cargan  y que llevaron a su prohibición. 

A su vez, pueden ser una herramienta para ayudar a lidiar con un número de patrones de comportamiento personal. Muchos consumidores reportan un sentimiento de calma, más presencia y conexión con uno mismo y con las emociones, nuevas maneras de ver las cosas y de enfrentarlas.

La microdosis también nos pone en contacto con áreas o aspectos de nuestra personalidad que a veces son más difíciles de ver o aceptar y, por eso, podemos decir que son grandes catalizadores de cambio.

Algunos los beneficios de quienes promueven su toma: 

La microdosis se recomienda tomar al comenzar el día y en ayunas. Dedicarle una hora de tranquilidad e introspección a esta toma, mediante la práctica de un ritual propio de conexión con los hongos y bajar a tierra tu intención para el ciclo de toma que vas a comenzar.

Hay algunas actividades que se pueden incluir en el ritual: meditación, movimiento, journaling, respiración consciente, etc. Una de las principales es usar una intención. ¿De qué se trata? Las intenciones pueden ser muy simples y personales, y pueden actuar como guías para alcanzar metas y objetivos específicos. Escribiéndola, hablándola, afirmándola. 

De esta manera se activa la mente para tener la mayor cantidad de neuroplasticidad y estimulación cerebral. A la vez, tomar la microdosis con un estómago vacío permite metabolizarla de una forma más efectiva.

Junto con los rituales que acompañan la toma de la microdosis, un factor a tener en cuenta es la alimentación. En este caso, cuanto más saludable sea y más en sintonía esté el cuerpo con la naturaleza, más se sentirán los efectos de la microdosis.

En tanto, otras de las recomendaciones es tener un diario de microdosis -o aunque sea anotar dos o tres palabras al final del día que describan tus sensaciones y emociones-. Esta bajada de información permitirá integrar más el proceso.

Finalmente, todas estas actividades terminarán siendo parte de un ritual o rutina alrededor de la práctica de microdosis y esto hará que el proceso sea más consciente y beneficioso. No importa si dura 15 minutos o 1 hora. Cualquier otra actividad que te dé placer puede ser incorporada al día de la toma: agradecer, escuchar música, leer, crear, jardinería, terapia de sonidos, bailar, pasar tiempo en la naturaleza, hacer deportes, etc.